Las bicicletas se hicieron para el verano. Estos días es difícil estar en Pirineos y no ver a hordas de aficionados pedaleando por sus carreteras. … Esta cordillera es como un parque temático para aquellos que, además, son fieles al Tour de Francia. En esta ocasión nos vamos a alejar de los grandes colosos como el Tourmalet o el Aubisque para ir a otra más modesta, pero no menos desafiante: el Col de Marie Blanque.
Los que ya tiene kilómetros en las piernas sabrán que es uno de los puertos míticos de la Quebrantahuesos, la cicloturista cada vez más profesionalizada de todo el calendario. La ascensión desde el valle de Aspe es temible: los últimos tres kilómetros son sucesiones de rampas del 12, el 13 y el 14%. Sin embargo, estamos en verano y lo que nos apetece es disfrutar, así que cambiamos de valle para subirlo: nos vamos al de Ossau, famoso, entre otras cosas, por sus rebaños de ovejas y su queso.
Partimos de Laruns, un municipio lo suficiente grande y turístico para asegurarnos un café al salir y una comida al volver. Tomamos la carretera D934 que nos llevará al pueblo de Bielle. Serán unos 8 kilómetros de falso llano para calentar las piernas. A partir de ahí es cuando comienza la subida al puerto. Son 11 kilómetros de carretera estrecha entre pastos y bosques que se agradecen en estas fechas si hace sol. Pero ojo si el día se levanta nublado porque habrá humedad en el asfalto.
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Distancia
41 kilómetros -
Desnivel
732 metros -
Rampa máxima
12%
El tramo más duro nos lo vamos a quitar al principio de todo, entre Bielle y Bilhères, apenas un kilómetro que de media tiene un 9%, pero donde hay varias rampas, hasta siete, con porcentajes del 10 y del 11%. Tras este tramo, tenemos unos tres kilómetros de ascensión continua, pero que permite respirar. Justo en el kilómetro 4,5 de la subida podremos ver la capilla de Houndas, una pequeña y coqueta ermita que anuncia que enseguida llegaremos al Col du Porteig, cima intermedia, y al Plateau le Benour, donde descansar.
Luego nos quedarán cuatro kilómetros más suaves que lo que hemos hecho ya, salvo por una rampa del 12%, la más dura de la ruta, para llegar a nuestro destino. La vuelta la haremos por el mismo camino. Si se nos hace tarde para comer a hora francesa en Laruns, en Bielle tenemos una panadería con todo tipo de manjares.