Raquel Málaga, arquitecta al frente de su propio estudio en Plasencia, soporta el calor a medias, pero le gustan los ritmos flojos de un verano … en el que se plantea sus viajes no para desaparecer, sino para reconectar.

– ¿Le gusta el verano, prefiere otro momento del año o es su favorito?

– Me gusta el verano, pero no diría que es mi estación favorita. Lo disfruto por lo que permite: cambiar de ritmo, viajar, estar más al aire libre… pero me gusta más la primavera, cuando todo empieza a despertar y aún no hace ese calor agobiante, o el otoño, cuando el paisaje es cambiante e inspirador… me da paz y me conecta con el trabajo creativo.

– ¿A qué hora arranca el día en verano? ¿Cambia su horario de levantarse en verano o solo durante las vacaciones?

– Durante el verano me gusta madrugar, incluso los fines de semana o en vacaciones, me levanto antes de las 7 para hacer algo de deporte y empezar el día aprovechando el frescor de la mañana.

– ¿Suele hacer más deporte, menos o igual que el resto del año?

– Intento hacer más. Durante la semana suelo salir a correr con mis compañeras de Atletas Populares y cuando tengo más tiempo me gusta salir en bici o hacer una ruta de senderismo. El cuerpo me lo pide más, aunque a veces el calor limita un poco.

– ¿Aumenta sus lecturas?

– Sin duda. En verano leo más. Es como si el tiempo se abriera y me dejara recuperar todas esas lecturas pendientes.

– ¿Diría que su participación en actividades culturales aumenta o disminuye en verano?

– Disminuye, en parte porque durante el resto del año suelo aprovechar para hacer pequeñas escapadas, visitar ciudades, exposiciones, ver cine…

– ¿Es de las personas que va apuntando cosas para hacerlas en verano o durante las vacaciones?

– Suele haber algún proyecto personal cada verano, casi siempre ligado a lo laboral o a lo creativo, pero me gusta dejar espacio a la improvisación.

– ¿Cuál es su plato favorito durante el verano?

– Una buena ensalada con tomate de verdad, sandía fría, o un gazpacho.

– ¿Cambia su estilo de alimentación? ¿Es de los que se abandona más o al revés, se cuida más?

– Sí, cambia de forma natural. El cuerpo me lo pide: platos más ligeros, fruta fresca, comidas que no pesen.

– ¿Echa la siesta?

– No es una rutina fija.

– ¿Aguanta bien el calor?

– Si es un calor seco y estoy en la naturaleza, lo llevo bien. Pero el calor húmedo me agota.

– ¿Aprovecha para dedicar más tiempo a los amigos, a su familia o es de las que ‘desaparece’ en verano por viajar o por vivir en segunda residencia?

– Intento estar más con mi gente. A veces viajo pero son escapadas no muy largas que no implican desaparecer, sino más bien reconectar.

– ¿Diría entonces que socializa más en verano o igual que el resto del año?

– En verano socializo más… tiene algo que invita al reencuentro: los días son más largos, los ritmos se aflojan y es más fácil coincidir con personas a las que no vemos durante el resto del año.

– ¿Suele viajar en verano o también el resto del año?

– Viajo a lo largo de todo el año, aunque en verano los viajes suelen ser un poco más largos y me permiten desconectar con mayor profundidad del trabajo. Suelo buscar destinos donde el calor no sea tan intenso, lugares tranquilos en los que pueda conectar con la naturaleza, caminar, hacer senderismo. Me gusta que el viaje no sea solo un cambio de lugar, sino también un cambio de estado.

– ¿Cuál es su sitio favorito o al que más acude en verano?

– Me encanta estar en la casa de campo de mi familia, por su conexión con la naturaleza. Y también disfruto mucho los días que paso con mi familia en Piornal.

– ¿Suele ver los programas de televisión veraniegos o prefiere el cine?

– No suelo ver televisión y, en especial, los programas veraniegos no me atraen. Me interesa más elegir lo que veo, buscando cine de calidad.

– En los días de verano previos a las vacaciones, ¿trabaja menos o más por su profesión?

– Trabajo más, tanto los días previos como los de después, incluso a veces los fines de semana. Me gusta dejarlo todo resuelto antes de irme para poder desconectar de verdad, así que esos días suelen ser de bastante intensidad.

– ¿Durante las vacaciones desconecta del todo?

– Me cuesta. Cada vez soy más consciente de lo necesario que es desconectar de verdad, pero la responsabilidad sigue ahí y eso lo hace difícil. Es un equilibrio que estoy intentando trabajar, poco a poco, con la ayuda de mi equipo.

– ¿Suele planificar el verano o es más de las que deja que se lo planifique la familia y los amigos?

– Lo solemos planificar en pareja.

– ¿Le cuesta volver al trabajo?

– Un poco sí, siempre hay trabajo acumulado y muchas cosas pendientes.

– ¿Cambia su hora de acostarse en verano?

–Suelo acostarme un poco más tarde, pero no demasiado. Me gusta aprovechar las noches, pero también valoro mucho empezar el día con calma y con energía.

– Díganos un día de verano especial que recuerde.

– Tengo muchos días especiales en verano, sobre todo en familia, pero uno que siempre me viene a la cabeza es un viaje a Islandia. Hicimos una ruta por Landmannalaugar, acampando al aire libre en varias etapas. Increíble el paisaje… ¡y el frío! No he pasado tanto frío en mi vida y eso que era pleno agosto.