A la venta un precioso lagar en los Montes de Málaga pintados por Picasso

En el verano de 1896, Picasso tenía 15 años. Ya estaba estudiando arte en Barcelona, y en el período estival, volvía a su ciudad natal. Concretamente, al Lagar de Llanes, la explotación vinícola de sus padrinos.

Situada en los Montes de Málaga, la propiedad era una de las muchas similares que había en la zona. Aunque la filoxera ya había comenzado a destruir cultivos, y habían desaparecido algunas de las 800 bodegas que hubo en el lugar durante su época de mayor auge (Málaga fue, durante la primera mitad del siglo XIX, la provincia española que más vino producía y exportaba), la familia que lo regentaba aún mantenía el esplendor burgués propio de la época.

Eran veranos de grandes comidas familiares, de siestas a la sombra. Para Picasso, también de paseos por el paisaje típicamente mediterráneo de los alrededores con su pequeña caja de pintor amarrada al cinturón.

Durante aquellas incursiones, el artista creó un cuadro emblemático que aún hoy se conserva en el Museu Picasso: Montañas de Málaga. En este óleo iniciático casi se puede sentir el calor del sol emergiendo de la tierra y la piedra roja.

Pablo Picasso. Montañas de Málaga. Málaga, junio de 1896. Óleo sobre tabla. 10 x 15,5 cm. Donación Pablo Picasso, 1970. Museu Picasso, Barcelona. MPB 110.177

Este paisaje sigue, afortunadamente, intacto. El de los Montes de Málaga, pese a su cercanía con la ciudad, es un Parque natural protegido que, de hecho, ha visto incrementada su vegetación desde 1896 gracias a las sucesivas replantaciones de pinos. Hoy, tras el abandono de muchas de las tradicionales plantaciones agrícolas, ha vuelto al espacio la flora autóctona mediterránea, y medran también zorros, gatos cimarrones, jabalíes, ardillas y hasta luciérnagas.

Lagar Hurtado: un paraíso mediterráneo a la venta

En este paisaje de excepción es donde se ubica otra antigua propiedad: Lagar Hurtado. La misma está tan cerca de Lagar de Llanes que se ven la una desde la otra, y se dice que tanto Picasso como su familia la visitaron en varias ocasiones. De hecho, era común que pasearan también hacia el Lagar Hacienda El Lince, propiedad de su tío.