Alexander Kristoff podría quedarse a las puertas del centenar de victorias
Con el anuncio de su retirada a finales de esta campaña, Alexander Kristoff dejará un hueco irremplazable en el ciclismo nórdico, tan de dulce estos años.
Su trayectoria, que incluye monumentos y etapas en las grandes vueltas, se puede quedar en las 98 victorias oficiales, a dos de la centena, ese umbral que Pogacar rebasó en el Tour de Francia.
Alexander Kristoff, capitán del equipo Uno-X Mobility, se llevó con autoridad la victoria en la segunda etapa del Arctic Race of Norway.
Aunque su carrera “de casa” es el Tour de Noruega, quería dejar un último buen recuerdo también en esta prueba.
Con este triunfo, el veterano velocista alcanza, como decimos, las 98 victorias como profesional, quedándose a solo dos de la cifra mágica de 100, que intentará lograr antes de retirarse a final de temporada.
Puede que este haya sido su último triunfo en suelo noruego, ya que en las dos etapas que quedan lo tendrá más complicado.
A lo largo de su carrera, ha ganado siete veces en esta carrera, once en el Tour de Noruega y diez en el Tour des Fjords, disputado hasta 2018.
La etapa arrancó con una fuga protagonizada por Storm Ingebrigtsen y Georg Rydningen Martinsen, los mismos que habían atacado el día anterior.
Se les unieron Morthen Wang Baksaas, Josh Burnett y Kevin Inkelaar, aunque este último se quedó pronto. Más tarde, Erik Vang Aas logró alcanzar al grupo, pero el pelotón nunca dejó que la diferencia fuera grande.
Los escapados llegaron al circuito final de Sørreisa con algo más de un minuto de ventaja. Allí había que pasar tres veces por un tramo de pista de tierra de casi dos kilómetros, la mayoría en subida. Poco a poco la diferencia fue cayendo, y a 15 km de meta la fuga fue neutralizada.
Después, Abram Stockman intentó marcharse en solitario, y Kevin Vermaerke lo superó, pero también fue cazado a solo 4 km del final.
En la aproximación a meta, el Uno-X preparó perfectamente la llegada.
Rasmus Tiller hizo el último relevo, dejó a Kristoff en cabeza a falta de 200 metros y abrió un hueco que nadie pudo cerrar.
El noruego cruzó la línea celebrando lo que podría ser su último triunfo en casa.
Qué excelente trabajo hace este equipo a todos los niveles y con todos sus corredores.
No es de extrañar que se haya estrenado en el Tour.
Cierto es que los rivales de Kristoff no eran top, pero déjate estar, segundo fue Tom Van Asbroeck y tercero el joven Karsten Larsen Feldmann.
No sé cuánto le queda por correr a uno de los corredores fetiche de este mal anillado cuaderno, pero cuánto nos gustaría verle pasar la centena, como vimos a Cavendish, Valverde y no hace mucho, Pogacar.