Marc Casadó no entiende su carrera sin el Barça. El joven centrocampista de Sant Pere de Vilamajor, que juega en el conjunto azulgrana desde 2016, solo tiene un objetivo y es triunfar en el primer equipo. En absoluto le intimida la competencia feroz que existe en el centro del campo ni la presencia de futbolistas consagrados. Todo lo contrario, cree que tiene calidad y carácter de sobra para imponerse y ganarse un lugar en el esquema de Hansi Flick.

En las últimas semanas, su nombre ha aparecido en titulares vinculados a posibles salidas. Rumores que lógicamente son halagadores porque confirman su gran estado de forma pero que no le distraen de lo verdaderamente importante. Casadó está centrado en la presente temporada, en seguir sumando minutos y ayudando al equipo. Solo si, con el paso del tiempo, detecta que no cuenta con el protagonismo que desea, se plantearía abrir la puerta a nuevas oportunidades. Pero, a día de hoy, no se ve en absoluto fuera del Barça, el club de su vida.

Ofertas no le han faltado. Varios clubes, todos de ellos de peso, han llamado a su puerta. Él, agradecido, ha escuchado y ha respondido con educación, pero sin dar un solo paso hacia un cambio de aires ya que su compromiso con el Barça es total. Basta recordar aquella tarde en la que, tras conquistar la Liga, se dejó ver en Canaletas celebrando el título con la afición como un culé más. Esa espontánea imagen explica mejor que cualquier declaración lo que significa el club para él.

Experto en esperar su turno y rendir al máximo nivel

No es la primera vez que Casadó se enfrenta a decisiones difíciles. Cuando Xavi Hernández no contaba con él de manera regular, tuvo sobre la mesa propuestas muy tentadoras para abandonar el filial y dar un salto inmediato en su carrera. Sin embargo, apostó por esperar su momento y seguir formándose en casa. Una virtud poco común en el fútbol actual, donde muchos jóvenes optan por marcharse en busca de minutos rápidos o salarios más elevados en ligas bien pagadas pero poco competitivas. Él hizo todo lo contrario: se quedó, trabajó y, cuando llegó la oportunidad, rindió.

Este verano, el interés de otros equipos volvió a generar ruido. El propio Barça se encargó de apagarlo durante la gira por Corea y Japón, dejando claro que Casadó es pieza importante en los planes de Hansi Flick. El técnico alemán, desde el primer día, fue uno de sus grandes valedores, confiando en su capacidad para aportar equilibrio y energía en el centro del campo. La extraordinaria temporada de Frenkie de Jong le ha restado protagonismo, pero su actitud sigue siendo la misma.

Casadó sabe que la temporada es larga y que su momento llegará. Mientras, sigue entrenando con la misma intensidad que cuando debutó, consciente de que el éxito no llega por casualidad. Lo suyo no es cuestión de modas ni de contratos millonarios, sino un proyecto de vida ligado a unos colores que lleva desde niño. Y si algo ha demostrado hasta ahora es que, cuando el Barça le necesita, él siempre está preparado para responder.