Tsitsipas sigue sin levantar cabeza. El griego no ha conseguido pasar a la siguiente ronda en Cincinnati y ha perdido ante Benjamin Bonzi. El tenista francés consiguió una remontada increíble, obteniendo un resultado de 6-7(4), 6-3 y 6-4 en 2 horas y 29 minutos de enfrentamiento.

El griego ha tocado fondo, ni Washington, ni Canadá. Si Tsitsipas quiere ganar algún partido en el US Open va a tener que buscar su mejor nivel de otra forma, porque parece que va dando tumbos sin ningún sentido y esto le está perjudicando de la peor de las maneras.

Sus actuaciones, por lo que respecta a las personas que conforman su equipo técnico, son del todo incoherentes. Tras llevar toda la vida entrenando con su padre hace unos meses, decidió acabar su relación profesional con él porque su atadura se resintió y no conseguían entenderse profesionalmente. En busca de una solución, se vinculó con Goran Ivanisevic, con quien en un inicio parecía haber dado en el clavo. Una relación de la que se enorgullecía de tener por poder comunicarse las cosas de manera sincera y sin mentiras.

Pero apenas tan solo dos meses después, el entrenador y el pupilo rompieron de mala manera su relación y ambos entraron en una lucha de ataques donde los dos cargaron duramente contra el otro. Tsitsipas llamó ‘dictador‘ a Ivanisevic y Goran atacó la mentalidad del griego al que no veía hacer nada para mejorar.»Quiere, pero no hace nada. Solo dice ‘Quiero, quiero’, pero no veo ese movimiento», decía el exentrenador de Novak Djokovic.

La vuelta de su padre

Esta desvinculación supuso la vuelta del padre de Tsitsipas, Apostolos, a los mandos del tenis de su hijo, algo que tampoco extrañó del todo, ya que Goran confesó que «el único que puede entrenarlo es su padre». El griego afirmó que «No es que vuelva y ya vaya a ganar partidos de inmediato. No funciona así», dijo el tenista tras ganar en Cincinnati a Fabian Marozsan. «Ahora tenemos otra mentalidad. Espero que podamos seguir trabajando juntos y escucharnos más», añadió.

Tras la primera victoria en Cincinnati, el de Atenas se sintió preparado para explicar cómo se sentía el regreso de su padre como entrenador. «Siento que no tuve la paciencia suficiente. He crecido desde entonces y él también lo ha hecho», confirmó Tsitsipas. «Siento que su percepción sobre ciertas cosas ha cambiado a mejor. Espero que podamos seguir trabajando juntos y que nos escuchemos mutuamente».

Se acabó el amor

No es solo en lo tenístico, es en lo que no le va bien a Tsitsipas, parece que en lo personal tampoco. A casi mediados de julio, en pleno Wimbledon, rompió con su pareja, la española, Paula Badosa, después ambos de perder en primera ronda. Tras dos años de relación sentimental, la española y el griego han decidido separarse de nuevo. Una ruptura que, sobre todo, ha estado marcada por las lesiones y derrotas que los dos han sufrido y no han sabido gestionar toda la presión de golpe.

De hecho, los dos jugadores también rompieron tenísticamente, ya que en un principio iban a jugar juntos en los dobles mixtos del US Open, pero para sorpresa de todo el mundo, Badosa apareció en la lista apuntada junto con Jack Draper. Aunque de todas formas, no vamos a poder presenciar ese partido tampoco, ya que la española se ha tenido que retirar del último grande del año tras arrastrar diversos problemas físicos.

Adiós al número 3

El ateniense no está obteniendo buenas estadísticas, ha perdido siete de sus últimos doce partidos. Actualmente, se encuentra en la posición número 2ª del ranking mundial, donde ya queda lejos aquel número tres que consiguió en agosto de 2021.