Mica Casasola ya sabe qué es jugar en Europa. Es más, conoce perfectamente la EHF European Cup, competición que jugará esta temporada el Replasa Beti Onak, ya que con la camiseta del BM Porriño –equipo en el que ha jugado los últimos cuatro años– se plantó el pasado curso en la final. Las gallegas fueron unas dignas subcampeonas en Reykjavik, donde perdieron por sólo un gol en el partido de vuelta ante el Valur islandés, que le arrebató el título. Pero eso es ya es agua pasada. La internacional argentina, de 28 años, comienza ahora una nueva etapa en Villava-Atarrabia, donde espera contribuir al máximo con su enorme potencial y calidad desde la primera línea, y ayudar a crecer todavía más a un club que, además del torneo continental, disputará esta vez Liga, Supercopa Ibérica y fase final de la Copa de la Reina. Casasola quiere darlo todo con su nueva camiseta y también con la albiceleste de Argentina, selección que jugará el Mundial de este año en Alemania y Países Bajos y de la que es una de sus capitanas.
El equipo lleva ya más de dos semanas de pretemporada, ¿cómo va su adaptación al grupo?
Muy bien, estoy muy contenta. Uno siempre tiene que apostar por un crecimiento deportivo, pero me encontré también con un grupo humano increíble, que trabaja muy profesional. La pretemporada está siendo durísima, estamos trabajando mucho la parte física, más allá de lo táctico. Algo que parece fácil, porque voy a jugar en la misma Liga, si bien durante cuatro años he tenido a mi lado a las mismas compañeras y siempre sabía lo que íbamos a hacer con un simple gesto. Pero me está resultando todo muy ameno acá, donde ya conocía a algunas chicas y eso hace que todo sea mejor.
El sábado pasado disputó el primer amistoso en Lekunberri ante el Super Amara Bera Bera. ¿Cómo se encontró?
Muy cómoda. Creía que la adaptación iba a ser mucho más difícil por lo que he comentado, porque llevaba muchos años jugando con las mismas compañeras. Pero va bien. Hay mucha comunicación. Si no sé dónde atacar o estar, hay mucha predisposición a ayudar. Los fichajes no han sido muchos, así que tienen que tener paciencia con las que vinimos. Más allá del resultado, en la pretemporada hay que ir a sumar y ganar minutos juntas.
No sé si el técnico, Miguel Etxeberria, le ha comentado ya qué espera que aporte al equipo. Y, por otro lado, qué espera usted aportar a este Replasa Beti Onak.
Está pendiente que tengamos una charla más larga. Miguel me parece una persona muy predispuesta a escuchar, a aprender. Y yo también soy así. Yo no soy tan grande, tengo 28 años, pero el equipo es muy joven y creo que él espera que pueda aportar cierta experiencia y madurez. Y en lo deportivo, ojalá pueda contribuir muchísimo.
Una experiencia que le va a venir muy bien a un Beti que va a afrontar cuatro competiciones esta temporada. Imagino que todo un desafío para usted también.
Creo que la primera parte del año va a ser muy movida, porque además se juega el Mundial, y en las semanas internacionales nos juntaremos con la selección. Pero está buenísimo, porque todo el mundo quiere jugar las cuatro competiciones y hay pocos equipos que pueden hacerlo. El Beti tuvo un premio increíble por llegar a la final de la Copa de la Reina la temporada pasada, si bien eso requiere también mucho trabajo. Hay un entrenamiento invisible por detrás, puesto que hay que estar muy bien física y mentalmente para afrontar tantos partidos.
Sabe qué es jugar competición continental. La anterior temporada, de hecho, llegó con el Porriño a la final de la EHF European Cup. ¿Qué consejo puede dar para mantener la cabeza fría con tanto partido y viaje?
La verdad es que es una competición muy larga, que te obliga a desplazarte a destinos que uno no conoce y a enfrentarte a equipos de los que tampoco sabes mucho. Yo creo que un punto positivo para el Beti Onak es que se trata de la primera vez que va a jugar en Europa y todo lo que hagamos será construir. Algo histórico. El no tener nada que perder te hace jugar a veces con más picardía y con más soltura. Hay que estar tranquilas. La pasada temporada nos pasó que, por estar bien en Europa, relegamos un poco la Liga, porque al final la plantilla no es tan larga. Hay que tener un poco de paciencia con eso. Saber que se pueden perder partidos en la Liga, sobre todo cuando hay doble compromiso semanal y uno es Europa. En la competición continental, si pierdes, estás fuera. Es inevitable priorizarlo un poco y saber que en la Liga vas a perder puntos.
¿Conoce al Galychanka Lviv ucraniano, el primer rival?
No. Nosotras tuvimos el pasado año otros destinos, pero este es un equipo que no conocemos. También está bien jugar contra gente que no te conoce. Pero en el primer partido, más allá del rival, lo importante son las sensaciones. Una siempre está nerviosa. Además, creo que el pabellón va a estar muy lindo el día que juguemos, ya que es algo histórico. Así que a disfrutar por encima de todo.
Viene de Porriño que, pese a doblar prácticamente a Villava-Atarrabia en habitantes, es también un municipio pequeño. ¿Qué le parece el pueblo hasta ahora? ¿La cantera con la que cuenta?
Me da la sensación de que es un pueblo que vive muchísimo el balonmano. Hace poco más de un mes que llegué y he coincidido con gente muy amable y ligada a este deporte que me ha saludado por la calle. Me sorprendió mucho. Ojalá hagamos disfrutar a toda esa gente.
¿Qué le llevó a fichar por el Replasa Beti Onak?
Yo soy muy amiga de Maca Sans y hace años que le escucho hablar maravillas del Beti Onak. Siempre me dieron ganas de probar la experiencia. Creo que es un club que viene creciendo mucho cada año, tiene una afición increíble y trabaja además la calidad humana. Y cuando estás fuera de casa es importante sentirse como en tu hogar. En lo deportivo tiene mucho por crecer aún, se pueden dar más pasos, y me gusta sumar al proyecto. Yo encantada de que confíen en mí.
“Yo soy muy amiga de Maca Sans y hace años que le escucho hablar maravillas del Beti Onak. Siempre me dieron ganas de probar la experiencia”
¿Es un club en el que cree que puede encajar bien?
Yo creo que sí, ojalá. Por lo que me cuenta Maca y por lo que percibo, es un club que tiene la mejor de las ondas, aunque juegues en otro equipo. Es gente educada y amena. Mi forma de ser es un poco así. Me gusta tener mucha comunicación con los demás y ser cercana. Así que es un club que puede encajar mucho conmigo.
Maca Sans, Ayelén García, usted… Se está creando una buena ‘colonia’ argentina en Navarra.
En muchos equipos hay alguna argentina. Eso habla también de que en nuestro país este deporte no es profesional, es muy amateur, y, para crecer, uno tiene que irse. Acá estamos muy cómodos. Además, para mí y para la selección es un punto que haya jugadoras en el mismo equipo. Eso hace crecer también. Al final siempre nos reciben con los brazos abiertos y están encantados de que estemos. Ojalá sigan viniendo más.
LA PROTAGONISTA
Nombre completo. Micaela Joana Casasola.
Nacimiento. Buenos Aires, 17 de marzo de 1997.
Posición y altura. Primera línea, 1,75 metros.
Trayectoria. Empezó a jugar en el Club Atlético Vélez Sarsfield argentino. En 2015 viajó a Inglaterra, donde vistió la camiseta del Thames Handball Club durante unos meses. Ese mismo año retornó al Vélez Sarsfield. En 2021 hizo las maletas de nuevo y fichó por el BM Porriño. Ahora jugará en el Replasa Beti Onak.
Selección. Compitió en el Mundial Juvenil de 2014 en Macedonia. Dos años más tarde, disputó el Mundial Júnior en Rusia. Con la selección absoluta, de la que ahora es una de sus capitanas, ha participado en cuatro torneos mundialistas, el último el de Dinamarca en 2023. Si todo va bien, estará en el de Alemania y Países Bajos.
¿Cuáles son sus objetivos próximos con la ‘Garra’?
Mi objetivo es participar en todas las semanas de concentración y poder acudir al Mundial. Creo que es una competición en la vamos creciendo año tras año. Ahora tenemos un grupo que está en su mejor momento, por así decirlo. En una edad en la que podemos dar un salto más. Las más jóvenes ya no lo somos tanto y las que vienen sumando experiencia lo llevan haciendo mejor cada año. Tenemos mucho más para dar. Será el primer Mundial con un nuevo cuerpo técnico, se está trabajando muy bien, nos estamos juntando más que otros años y eso nos tiene que dar un punto. Este año, además, me toca ser una de las capitanas y se vive de una forma especial.
El balonmano se ha convertido en su modo de vida. Empezó con 9 años. ¿Cómo le dio por este deporte?
La verdad es que hacía gimnasia artística también y hubo un momento en el que compaginaba los dos deportes a la vez. El balonmano me exigía una cosa y la gimnasia otra totalmente diferente. Tuve que elegir y me gustaba más el deporte en equipo. Me lo pasaba mejor. Lo pienso, de todas formas, y digo qué difícil con 9 años tomar una decisión. Ahora, con 28, es mi estilo de vida y mi trabajo. Agradezco a esa nena que, por alguna razón, se le pasó por la cabeza elegir el balonmano.