Captura de pantalla 2025-08-12 070746Mark Zuckerberg compró en 2011 una simple casa que, para 2025, se transformó en un complejo de 11 propiedades valoradas en 110 millones de dólares. | Foto Archivo

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y CEO de Meta, convirtió un tranquilo barrio de Palo Alto en su propio feudo personal, al que muchos ya bautizaron como «El búnker de Zuckerberg»

Lo que comenzó en 2011 con la compra de una casa, para 2025 se transformó en un complejo de al menos 11 propiedades en las que ha gastado más de 110 millones de dólares.

Debido a esto, el magnate desató una silenciosa batalla con sus vecinos, a quienes intenta compensar con regalos mientras su «búnker» se expande sin freno.

La invasión silenciosa de Mark Zuckerberg

El barrio de Crescent Park, hogar de ejecutivos de élite y profesores universitarios, ha visto cómo la influencia de Zuckerberg se expandió de forma vertiginosa.

El complejo del magnate incluye la casa principal, residencias para huéspedes, jardines, piscinas y hasta una cancha de pickleball.

El reportaje de The New York Times, de donde El País expuso su escrito, describe el complejo como una fortaleza, rodeada por setos altos y vigilancia permanente.

De esta manera, para sus vecinos, el vecindario fue «ocupado» por el multimillonario.

La obsesión por la privacidad de Zuckerberg es tal que las propiedades aledañas son vigiladas constantemente por cámaras y guardias de seguridad que interrogan a los transeúntes.

De hecho, para mitigar las molestias, el magnate tiene tiempo enviando regalos a los vecinos. Entre los detalles, se incluyen botellas de vino y chocolates, cada vez que las obras de expansión generan mucho ruido.

Al igual que Jeff Bezos y Elon Musk, Zuckerberg se une a la lista de titanes tecnológicos que demuestran una descarada exhibición de riquezaNegocios, controversias y la escuela sin permiso

La influencia de Zuckerberg va más allá de la construcción.

El multimillonario usó también una de las propiedades del barrio como una escuela privada sin permiso, una violación al código municipal.

La indignación creció aún más al anunciarse el cierre de la escuela que él mismo había fundado para niños de bajos recursos, un cambio que llegó tras la reelección de Donald Trump.

Con obras que duraron ocho años y la construcción de 650 metros cuadrados de «sótanos cavernosos» (búnkeres, según los vecinos), la expansión del magnate no muestra signos de detenerse.

Al igual que Jeff Bezos y Elon Musk, Zuckerberg se une a la lista de titanes tecnológicos que demuestran una gran exhibición de riqueza que choca con la vida cotidiana de las comunidades.