Los planes de traslado del Villarreal-Barça de la jornada 17 de Liga han encontrado su primera gran oposición por parte de otro de los competidores: el Real Madrid. A tenor de los avances en estos planes, que han desembocado incluso en el envío de una petición a UEFA para aprobar la organización de este duelo en Estados Unidos, el conjunto madridista ha alzado la voz. Su objetivo, paralizar un cambio «con clara afección a la integridad deportiva y riesgo de adulteración de la competición», según ha rezado su comunicado publicado este martes.
En unas líneas muy detalladas, el equipo presidido por Florentino Pérez manifestó a las claras «su más firme rechazo a la propuesta». Critica en primer lugar que no se haya informado ni preguntado al resto de clubes participantes en el campeonato y, además, entró a detallar los motivos por los que el cambio de sede resulta incompatible con el reglamento.
«Vulnera el principio esencial de reciprocidad territorial que rige en las competiciones de liga a doble vuelta», recogen en su escrito. «Modificar unilateralmente este régimen rompe la igualdad entre contendientes, compromete la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable que abre la puerta a excepciones basadas en intereses ajenos a lo estrictamente deportivo, con clara afección a la integridad deportiva y riesgo de adulteración de la competición», añaden, advirtiendo de la «gravedad» de unos hechos que «supondrían un antes y un después para el mundo del fútbol».
En consecuencia, el Real Madrid ha solicitado formalmente a UEFA, FIFA y CSD que tumben estas intenciones promovidas desde LaLiga y RFEF. Los organismos internacionales y el gobierno español tendrán la última palabra en relación a esta controversia.