Tumbado boca arriba en la pista, pero no en señal de júbilo, sino de ausencia absoluta de fuerzas. Así celebró esta madrugada Alejandro Davidovich su … triunfo más meritorio de la temporada. En una madrugada tórrida en Washington (el termómetro bajó a los 28 pero había alcanzado los 37 durante la jornada), cerca de las ocho de la mañana en España, se confirmaba la proeza: 7-6 (3), 3-6 y 7-5, en tres horas y seis minutos, para que el malagueño superara al número cuatro del mundo, un Taylor Fritz, que le había derrotado el último mes en Eastbourne y Wimbledon, primer favorito del cuadro de este ATP 500 y que llegaba con quince victorias en diecisiete partidos, claramente en el mejor momento de su carrera.

Es mucho lo que tiene que celebrar Davidovich, aunque la victoria puede ser pírrica. Dormirá poco (su cita acabó a las dos de la madrugada locales) y tendrá menos horas de descanso que su rival en semis, otro ‘top ten’ y otra raqueta local, un Ben Shelton (8º) que rompe literalmente la bola con su servicio. Ganar implicaría entrar en el ‘top 20’ mundial por primera vez en su carrera y auparse al mejor ‘ranking’ de siempre (fue 21º en agosto de 2023, su techo), a sus 26 años, en plena madurez, y en el que está siendo sin suda su mejor año, tras un 2024 para olvidar.

Son ya cinco semifinales y dos finales (subcampeón en Delray Beach y Acapulco, y en penúltima ronda también en Montecarlo y Eastbourne), con margen para llegar a una tercera. La cita, la madrugada de este domingo (no antes de las 2.30 en España, Movistar Deportes), volverá a ser de alta exigencia, como lo fue tumbar a Fritz en un duelo que parecía tener ya cerrado el californiano, que servía con 5-3 y 30-0 para cerrar el duelo. Realmente increíble lo sucedido en la capital estadounidense.

Por momentos la actitud y la falta de confianza en sus posibilidades casi le juega una mala pasada otra vez a Davidovich, que completó un primer set colosal: una hora y 21 minutos para un desenlace en el ‘tie break’ (7-3), como en aquellos dos desempates con los que ya sorprendió a Fritz este 2025 en cuartos de Delray Bech.

La celebración de Davidovich, exhausto sobre la pista.

La celebración de Davidovich, exhausto sobre la pista.

EFE

El rinconero, sin la presencia de Félix Mantilla en su ‘box’ en lo que va de gira, tuvo muchas opciones de acabar antes esa primera manga, que se prolongó el mismo tiempo que invirtió en cada una de sus victorias previas ante Munar y Tien en Washington. Comenzó su rival rayando la perfección en todos sus gopes (0-3), pero igualó la intensidad el malagueño y se fue al 3-3 y a dos situaciones de saque para cerrar el set, con 5-4 y 6-5.

Sin hacer tanto daño con sus primeros como su oponente, se atascó, aunque ya tuvo una primera bola de set antes del desempate, en el que salió airoso pese a unos primeros síntomas de enfado un tanto incomprensibles y que no le hicieron bien.

El saludo final tras el partido entre ambos tenistas.

El saludo final tras el partido entre ambos tenistas.

AFP

De hecho, esos gestos le acabaron haciendo entregar la segunda manga con rapidez. Tuvo Davidovich tres ‘break points’ para el 2-0, pero no las pudo aprovechar y, poco después, llegó el quiebre de Fritz, que fue administrando la renta sin grandes problemas e incluso volvió a romper para el 3-6 y empezar sacando en el set definitivo.

Una subida a la red de Fritz ante Davidovich.

Una subida a la red de Fritz ante Davidovich.

AFP

Dos ventiladores, no uno, ordenó que le colocaran en su banquillo un Davidovich con más síntomas de cansancio que Fritz (ambos empapados literalmente de sudor) y remando también en contra del favor de la grada. Todo apuntaba a un claro desfondamiento del rinconero. De hecho, no tardó en llegar un desequilibrio que parecía ya definitivo, al perder el saque en el cuarto juego, pero sucedió lo más increíble, con 3-5 y 3-0 al saque llegaron las dudas a Fritz, hasta el desenlace más inesperado.

Revancha de Davidovich, gestos muy deportivos en el saludo en la red de ambos tenistas y un ademán mostrando bíceps y remangándose el brazo del malagueño que hacía indicar que fue una cuestión de físico. Y de entereza, antes de derrumbarse bocarriba y después bocabajo sobre el cemento, que los operarios de la pista secaron una y otra vez ante la caída de gotas de sudor, para que se pudiera seguir jugando. Davidovich había tumbado al mejor Fritz.

Davidovich: tercero con más semifinales alcanzadas este año

Las estadísticas empiezan a respaldar el gran año de Alejandro Davidovich. Es el tercer tenista con más semifinales alcanzadas este 2025 (las del ATP 250 de Delray Beach, el 500 de Acapulco, el Masters 1.000 de Montecarlo, el 250 de Eastbourne y ahora el 500 de Washington), incluyendo éxitos en las tres superficies, y sólo se ve superado por Carlos Alcaraz (con ocho) y el canadiense Felix Auger-Aliassime, con siete. Además, iguala a Novak Djokovic y Fran Cerúndolo. El capítulo negativo es que de momento sólo le ha valido para jugar dos finales pero sin sumar títulos, la asignatura pendiente de su carrera.

Además, es ya el quinto tenista que alcanza este 2025 las 30 victorias (lleva 31 tras ganar a Fritz) en el ATP Tour. Su balance de 31-17 sólo se ve superado por Álex de Miñaur (33-13), Taylor Fritz (32-13), Alexander Zverev (35-14) y Carlos Alcaraz (48-6). En la ATP Race, el ‘ranking’ que totaliza sólo los puntos sumados en el año, que determina el pase a las ATP Finals, el malagueño es decimocuarto. En el ATP Ranking, aun perdiendo ante Shelton la próxima madrugada, se asegura estar ya 22º. Comenzó el año siendo el 68º.