El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC) ha publicado recientemente información referente a la rabia. Así, exigen la vacunación obligatoria de la rabia para prevenir la enfermedad en Cataluña. “Aunque está erradicada en Cataluña, los desplazamientos internacionales, especialmente durante el verano, favorecen la exposición a la enfermedad”, señalan.

En relación con la llamada del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña a evitar el contacto con murciélagos por el riesgo de contraer la rabia, el CCVC recuerda que “la vía de prevención prioritaria es la vacunación obligatoria de perros, gatos y hurones”. Según datos del propio Departamento, el 43% de los ataques de animales a personas fueron por parte de perros, mientras que solo el 25%, de murciélagos.

En Cataluña, la ausencia de esta obligatoriedad contrasta con la mayoría de las comunidades autónomas de España, donde ya está implantada. “El CCVC lleva años reclamando la vacunación obligatoria como medida para garantizar la salud pública”, subrayan los veterinarios catalanes.

“La rabia no distingue entre especies ni fronteras. La mejor defensa es la prevención, y esta pasa por la vacunación obligatoria”, afirma la presidenta del Consejo, Verónica Araunabeña. De la misma forma, recuerdan que la rabia es una enfermedad zoonósica —es decir, que se transmite de los animales a las personas— letal, que afecta tanto a animales como a personas, y que está presente en numerosos países.

La provoca un virus que ataca al sistema nervioso central y se transmite, principalmente, por la mordedura de animales infectados. “Una vez que aparecen los primeros síntomas clínicos, la enfermedad es incurable y casi siempre mortal”, explican.

En 2022, con la llegada de más de 2.000 animales procedentes de Ucrania —donde la rabia es endémica—, el CCVC colaboró con la Generalitat en una campaña urgente que permitió vacunar a más de 2.500 animales. “Pese a que en septiembre del mismo año se anunció que la vacunación antirrábica pasaría a ser obligatoria para perros, gatos y hurones, el decreto que lo regula todavía no se ha publicado”, inciden.

“El CCVC pone de manifiesto que no se han llevado a cabo campañas de sensibilización sobre la importancia de la vacunación antirrábica, ofreciendo a la Generalitat el Archivo de Identificación de Animales de Compañía (AIAC) como herramienta para conocer con precisión la situación de vacunación real”, aseveran desde el Consejo.

Los veterinarios catalanes consideran que la vacunación antirrábica “es un acto de responsabilidad, civismo y protección de toda la comunidad”. Así, insisten en que esta medida “es sencilla, segura y económica, y que no aplicarla pone en riesgo tanto a los animales de compañía como a las personas”.

“La rabia es un enemigo silencioso. Cuando se manifiesta, ya es demasiado tarde. Vacunar es actuar con responsabilidad”, concluye Araunabeña, presidenta del CCVC.