Chirbes sigue vivo. Este 15 de agosto se cumple una década desde su fallecimiento. Pero sí, Rafael Chirbes sigue muy vivo de la forma … en la que lo desearía todo escritor una vez le toque abandonar este mundo: a través de su obra. El artista de la palabra nacido en 1949 en Tavernes de la Valldigna relató como nadie la sociedad española desde antes que él viese por primera vez la luz. Los papeles donde estampó sus letras son lienzos que representan la historia de este país, desde la Guerra Civil hasta la actualidad. Sus libros, con artículos y novelas, están tan de actualidad que siguen siendo piezas codiciadas entre los amantes a la literatura. Y esto, una década después de su muerte, es un valor.

Porque Rafael Chirbes falleció el 15 de agosto de 2015, pero otro día de la Virgen del octavo mes del año sus herederos siguen planeando con vistas al futuro. Y lo hacen gracias a que su legado literario continúa generando ingresos para financiar la fundación que sostiene su casa en Beniarbeig. Ese domicilio que fue su retiro, entre naranjos. El escenario donde observó la burbuja inmobiliaria para retratarla en ‘Crematorio’, la novela que posteriormente tuvo una segunda vida en una aclamada serie de televisión protagonizada por el valenciano Pepe Sancho.

«Ahora hemos realizado una pequeña parada administrativa, pero esa casa recibe muchas visitas, por parte de admiradores de su obra, pero también de investigadores sobre Rafael Chirbes», comenta María José Micó, una de las sobrinas del autor, que lanza un aviso: «Por el momento la fundación se sigue financiando con lo que ha quedado de él, pero con el tiempo la gente se irá olvidando, y ya veremos».

Pero lo cierto es que por ahora parece que el momento está por llegar. En el presente, la obra de Rafael Chirbes sigue teniendo una gran aceptación en las librerías. Especialmente, los volúmenes que se publicaron después de su muerte, exprimidos por sus admiradores a modo de herencia literaria. «Los ‘Diarios’ siguen funcionando muy bien», reconoce la sobrina de Chirbes, en referencia a los tres volúmenes publicados por Anagrama. También las memorias tituladas ‘El año que nevó en Valencia’, editados por el mismo sello. ‘París-Austerlitz’ fue su última novela, también puesta a la venta después de haber fallecido.

Rodaje de la adaptación de ‘La buena letra’, Paula Bonet presnta su exposición y portada del primer volumen de ‘Diarios’.

EFE/LP

Imagen principal - Rodaje de la adaptación de 'La buena letra', Paula Bonet presnta su exposición y portada del primer volumen de 'Diarios'.

Imagen secundaria 1 - Rodaje de la adaptación de 'La buena letra', Paula Bonet presnta su exposición y portada del primer volumen de 'Diarios'.

Imagen secundaria 2 - Rodaje de la adaptación de 'La buena letra', Paula Bonet presnta su exposición y portada del primer volumen de 'Diarios'.

Para avivar la leyenda, y contagiar de la ansiedad que genera esta revelación, este apasionado de la literatura que hoy escribe sobre Chirbes no puede sino compartirla: «Hay más escritos suyos que jamás vieron la luz, pero tampoco se van a publicar, ni se pueden consultar en la casa de Beniarbeig. Están guardados a buen recaudo porque en su momento no se publicaron porque no le gustaban y consideraba que no lo merecían. Aunque claro…». María José Micó, con esa frase incompleta expresa una opinión casi unánime: que cualquiera de esas composiciones sería el mejor texto que elaboraría en toda su vida la mayoría de los mortales.

Aún así, a los herederos y gestores de la fundación están firmemente decididos a respetar la voluntad de Rafael Chirbes. Sobre todo, porque la obra publicada demuestra que hay material de sobra para disfrutar de una pluma privilegiada y del pensamiento de una mente inusualmente inquieta. Esto lo expresaba en sus textos, pero también en los comentarios que escribía en los libros que leía. La casa de Beniarbeig acoge miles de volúmenes, quizás más de 4.000, repartidos por todo el inmueble. Y el visitante puede disfrutar de ellos.

Para visitar este lugar es necesario ponerse en contacto con la fundación, gestionada por cinco personas, entre ellos Manuel y María José, sobrinos de Chirbes. «En Alemania su obra sigue teniendo una gran aceptación, y nos llegan solicitudes de todos los rincones de España, así como de otros países, como Francia y Argentina», indica María José Micó. Esas personas deben concertar una cita y después tienen la posibilidad incluso de pernoctar en la casa del autor que fue Premio Nacional de Narrativa por ‘En la orilla’.

La obra fue la última novela que Chirbes publicó en vida, y arranca con el hallazgo de un cadáver junto a un pantano. Lo que sería el arranque de cualquier novela negra, tan de moda en estos tiempos, se convierte en un retrato reflexivo y por momentos terribles sobre las relaciones entre las personas. Y con el tiempo, este relato publicado en 2013 inspiró una obra de teatro.

Chirbes en los escenarios

No ha sido la única vez que el universo de Rafael Chirbes se ha encaramado a los escenarios. La obra ‘Ese hombre tiene un mundo en su cabeza’, de Toni Tordera, fue uno de los platos fuertes del Festival Diez Sentidos. La producción no estaba inspirada en uno de los libros del autor de Tavernes de la Valldigna, sino en el conjunto de su obra. Recogía textos del propio autor, y también de Alfons Cervera y Juanjo Prats.

Rafael Chirbes en la pantalla es sinónimo de ‘Crematorio’, la notable serie de televisión que no debe eclipsar la novela que retrata la burbuja urbanística y que fue publicada en 2007, su punto álgido. Pero también es ‘La buena letra’ la aclamada película en la que ha participado À Punt y que adapta su tercera novela, con el mismo título: la obra literaria publicada en 1992 está ambientada en un pueblo valenciano en la postguerra.

La fundación Rafael Chirbes tiene la inmensa responsabilidad de gestionar un legado inspirador. Por su extensa obra pero también por esas anotaciones al margen de los libros que leía el autor fallecido hace una década. Por las fotografías que conserva en la casa de Beniarbeig, y también por la correspondencia, en ocasiones manuscrita y otras veces mecanografiada.

Teatro, cine y representantes de otras artes escénicas han bebido de la influencia de Rafael Chirbes. Como la ilustradora y pintora Paula Bonet, que preparó una exposición con el libro póstumo de memorias ‘El año que nevó en Valencia’ como brújula. Bonet realizó estas composiciones tras leer a Chirbes e inspirada en espacios comunes con el escritor. Esta muestra estuvo instalada a principio de este año en un piso de Russafa, que fue domicilio de la artista.

Rafael Chirbes sigue inspirando porque diez años después de su muerte continúa muy presente a través de su obra, y no solo en librerías y bibliotecas, públicas o privadas. Y el mejor modo de honrarlo es contribuyendo a que esa llama no se apague. Los herederos del escrito de Tavernes de la Valldigna que gestionan su fundación, en ese sentido, están firmemente decididos a reflotar el congreso. Su primera y hasta ahora última edición se celebró en 2018 entre Dénia y la Universitat de València.

Álvaro Díaz, que ultima su tesis sobre la obra de Rafael Chirbes.

Álvaro Díaz, que ultima su tesis sobre la obra de Rafael Chirbes.

LP

«Explica mejor que nadie la historia de España»

«No puedo dejar de leerlo porque explica mejor que nadie la historia de España, desde la Guerra Civil, la transición y hasta nuestros días», proclama Álvaro Díaz: «Es un escritor fantástico, un estilista». Con ese entusiasmo habla de Rafael Chirbes este estudiante de filología hispánica que, a sus 28 años, ultima su tesis doctoral sobre la obra del escritor nacido en Tavernes de la Valldigna.

Esa investigación llevó al joven a alojarse en dos ocasiones en Beniarbeig, la casa que Chirbes adquirió cuando decidió abandonar Extremadura para regresar a la Comunitat. «Es muy especial, porque te da la oportunidad de estar en ese entorno idílico, entre la Serra de Segaria y el Marjal Pego-Oliva», comenta Álvaro Díaz: «Él estaba rodeado de naranjos, y sobre todo en la etapa de la burbuja inmobiliaria desde su ventana veía cada día iniciar una obra».

Deja entrever, por lo tanto, que el entorno inspira como lo hizo con el propio autor valenciano. «A mí me sorprendió la posibilidad de alojarme allí. En un principio tenía pensado comprar comida preparada y alojarme en un hostal, pero lo cierto es que es un lujo para los investigadores. Ahora he estado por si encontraba algún detalle más, pero la primera vez fue en 2021, en el inicio de mi tesis», señala el joven, que está a punto de completar su formación académica en Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid.

Esto será cuando defienda esa tesis sobre la obra de Chirbes, auto que descubrió y le cautivó en el tramo final de la carrera. Al joven le cautivaron tanto los artículos que escribió el autor valencianos en revistas como las novelas, hasta tal punto que se lanzó a realizar la tesis sobre él. Y fue gracias a este trabajo que está a punto de completar por lo que descubrió el santuario que es la casa del escritor en Beniarbeig. Ya no sólo por los en torno a 4.000 volúmenes que conforman su biblioteca personal, sino por las anotaciones que se pueden encontrar en algunas de ellas. «O los artículos que él había escrito en revistas. Los tienen archivados, igual que las investigaciones o tesis que se han realizado sobre la figura de Chirbes», señala. El joven asiente, dejando ver su ilusión, cuando se le recuerda que dentro de poco estará allí el trabajo de Álvaro Díaz.