Es curioso, pero la que será una de las giras de este 2025 pudo suceder (casi) igual hace 30 años. Mismas canciones, mismos artistas y … el mismo coro de cientos de voces que acompañan cada tema. Es cierto que los gritos hoy son menos y los años de todos los que estamos aquí, más; pero el resto tampoco ha cambiado tanto. El fenómeno fan no caduca con Pecos. Casi 5.000 personas se apuntaron este miércoles al ‘revival’ de los hermanos Herrero, el rubio y el moreno, en Marenostrum Fuengirola, una noche para recordar a esa niña que forraba su carpeta con las fotos de la ‘Súper Pop’, a aquella otra que empapelaba su habitación con pósters del dúo y a la que soñaba con su primer amor adolescente al ritmo de ‘Acordes’. «Ojalá que todas estas canciones os hagan recordar bonitos y buenos momentos de vuestra vida», deseaba Pedro al inicio de esta celebración de sus 45 años de música, tras dos décadas sin pisar juntos un escenario.
«Estoy supernerviosa, como de adolescente, esto es como volver al pasado», reconocía Lola Padilla con una camiseta diseñada por su hija con una foto de Pecos hoy junto a otra de sus principios, de cuando ella los veía en el Tívoli. Para Ana y Loli Cabrillana, de 58 y 61 años, esta era su primera vez. «¡Nunca es tarde!», exclamaban, mientras en otra punta del recinto los hermanos Antonio y Justo Delgado se colocaban una peluca rubia y otra morena entre risas y fotos de amigos poco antes de que comenzara el viaje en el tiempo.
Entre el público, de mayoría femenina, se veían camisetas tuneadas «para maduritas» y «nervios» de adolescente
Empezamos en 1980: suena ‘Déjala’. «Deja que se vista como quiera, déjala. Déjala ser libre a su manera, déjala», entonan Javier y Pedro. Un canto a la independencia de la mujer que explica mucho de lo que fueron Pecos, los ídolos de una generación de chicas liberadas ya de censuras que se mostraban más desinhibidas que nunca. Ellos, unos críos de 17 y 15 años cuando empezaron, volvían locas a las adolescentes de finales de los 70 y principios de los 80 con sus caras de chicos buenos y esas letras de amor cantadas a dos voces. Una acertada mezcla de inocencia y sensualidad que rompió todas las listas de éxitos. Y ahora, cuando ellas y ellos superan los 60 años, el delirio se repite.
Estaban entregadas desde el principio («No os canséis que aún queda mucha noche», les advertía Pedro cuando la mitad del público se levantó al grito de «¡Pecos!» y «¡oé, oé, oé!» a la cuarta canción) pero con ‘Háblame de ti’ llegó el éxtasis. Esa canción en la que Pecos interpelan directamente a las fans, con el dedo señalándolas como hacían cuatro décadas atrás, fue cantada anoche por 5.000 voces –con abrumadora mayoría femenina– con la mano al pecho, la cabeza meciéndose de un lado a otro, los móviles en alto y abrazos espontáneos. Muchos ya no volverían a sentarse en toda la noche.
Repertorio
Pero hubo más. De sus últimos discos, ya en los 90 y primeros 2000, rescataron con ‘De espuma, de arena y sal’ y ‘Un manantial de ternura’; pero fue de las pocas concesiones a esas décadas. Los 70 y 80 dominaron el setlist, porque como reconocía Pedro, ninguna tuvo después «la magia» de las primeras. Por Marenostrum pasaron la versión de ‘Canción para Pilar’ que Víctor Manuel dedicó a Ana Belén; la emotiva ‘Madre’ dedicada a su progenitora (viuda desde los 28 años con tres hijos), un ‘medley’ de ‘Juany’ y ‘Y te vas’ en acústico a cinco voces y, por supuesto, el tema con el que empezó todo: ‘Esperanzas’, de su disco debut ‘Concierto para adolescentes’. El público objetivo estaba claro entonces, pero anoche las hermanas Núñez tunearon el título en unas divertidas camisetas para hacerlo más fiel a la realidad: «Concierto para (adolescentes) maduritas», se leía.
Desde febrero estaban agotadas las entradas para este concierto. La ubicación inicial era el Castillo Sohail, pero el ritmo de venta animó a cambiar al escenario grande. Y no es que fuera especialmente barato (desde 55 euros), es que había muchas ganas de escuchar una vez más en directo esas canciones que marcaron una adolescencia, un primer amor, una ruptura o simplemente una amistad de juventud.
La nostalgia es un filón que funciona. Este no ha sido un verano fácil para la música en vivo, con cancelaciones y cambios de última hora, pero Pecos han arrasado por todo el país. Ya en marzo anunciaban que habían vendido 180.000 localidades, una cifra que les coloca directamente en el top ten de las giras nacionales, y aún quedaban fechas por confirmar. ‘Dos voces y una historia’ han bautizado esta gira. Y resulta que esa historia sigue siendo la de muchos. Pero que no cunda el pánico: Pecos vuelve a Málaga. Quien se haya quedado con ganas tiene una nueva oportunidad el 8 de noviembre en el Palacio de los Deportes Martín Carpena.