Se estima que alrededor del 10 % de los hombres presentan disfunción eréctil en algún momento de su vida, y esta cifra puede aumentar hasta el 45 % en edades comprendidas entre los 40 y los 70 años. Según el doctor Juanma Pulido, radiólogo intervencionista del Hospital Universitario Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, “la erección es un proceso complejo que depende de vasos sanguíneos, hormonas, nervios y factores psicológicos”.

 

Dada su relación con problemas cardíacos, especialistas recomiendan no ignorar los síntomas. “Si un hombre experimenta dificultades para mantener una erección, puede ser un aviso de su cuerpo”, explica Pulido. La detección temprana, añade, podría permitir intervenir antes de que aparezcan complicaciones más graves.

 

 

Opciones de tratamiento

 

Los tratamientos han evolucionado en las últimas décadas. Los fármacos inhibidores de la fosfodiesterasa-5 marcaron un hito, pero no todos los pacientes responden a ellos. Por ello, existen alternativas como inyecciones con vasodilatadores, intervenciones quirúrgicas sobre venas del pene o incluso prótesis.

 

“La radiología vascular intervencionista ofrece procedimientos mínimamente invasivos, con menos dolor y recuperación más rápida que la cirugía abierta”, explica Pulido. En muchos casos, estas opciones pueden ser más efectivas y accesibles económicamente, especialmente en pacientes jóvenes.

 

 

Un problema que persiste en secreto

 

Se calcula que entre 1,5 y 2 millones de hombres en España conviven con disfunción eréctil, pero la mayoría no busca ayuda por vergüenza. Solo un pequeño porcentaje recibe tratamiento.

 

“Es un tema que aún genera tabú, aunque puede ser la punta del iceberg de problemas más serios”, señala el doctor Josep Torremadé Barreda, del Hospital Clínic de Barcelona. Su mensaje es claro: atender a tiempo la disfunción eréctil puede ser clave para cuidar la salud cardiovascular y evitar complicaciones futuras.