Sergio Francisco y su mano derecha, Iosu Rivas, en uno de los amistosos de esta pretemporada. Sergio Francisco y su mano derecha, Iosu Rivas, en uno de los amistosos de esta pretemporada. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Hace un año, el presidente de la Real, Jokin Aperribay, puso sobre la mesa una expresión que ganó cierta referencialidad. Habló entonces de que se iniciaba «un nuevo libro», tras la experiencia en Champions y la marcha de dos pilares como Robin Le Normand y Mikel Merino. El transcurrir de los meses dictó que la temporada 2024-25 fue más bien el epílogo del libro de Imanol, al que las últimas páginas se le hicieron cuesta arriba.

Ya sin el de Orio, los donostiarras afrontan, ahora sí, una nueva fase, con el irundarra Sergio Francisco al mando. Vista la exitosa singladura con un técnico que ha hecho las maletas para vivir la aventura de Arabia, se ha optado por repetir la fórmula de hacer correr el escalafón para dar una oportunidad al técnico del filial.

Sin competición continental que echarse a la boca –tras un lustro de presencia continuada–, el objetivo es recuperar la frescura, el ritmo y la alegría ofensiva de un equipo que se había ido espesando como una mala bechamel. Desde el minuto uno el nuevo técnico trasladó su creencia de que la plantilla tenía calidad y gol, pero que había que generar el contexto necesario para que floreciesen. La parroquia blanquiazul flota entre la expectación y la incertidumbre, un ‘a ver qué pasa’.

«Un punto de energía» en el centro

En el capítulo de bajas destaca la de Zubimendi, no deseada pero con la que ya se contaba desde el verano anterior. La posición de mediocentro se cubre con canteranos –Gorrotxategi, Urko y Turrientes, con más boletos para el primero–, aunque la Real peina el mercado para aportar el «punto de energía» que ha reclamado su técnico para la zona ancha.

Esta sería la tercera y presumiblemente última novedad, tras la llegada del Caleta-Car y Guedes. El primero es un central zurdo que ocupa la vacante dejada por Nayef Aguerd, que a su vez vino para tapar el hueco de Le Normand. Una posición para la que no se ficha en propiedad –el croata llega cedido, igual que el marroquí– porque se espera el salto definitivo de un Jon Pacheco que cumplirá 25 años.

Guedes es un atacante versátil que se puede adaptar tanto al 4-3-3 en banda como al 4-4-2 como uno de los puntas. Por lo visto en pretemporada, Sergio apuesta por la variabilidad en el dibujo, así que la polivalencia del portugués es un plus. A sus 28 años, ha firmado por tres temporadas, procedente del Wolverhampton inglés y con el objetivo de recuperar el nivel que dio durante su estancia en el Valencia.

El año que viene hay Mundial, y ambos refuerzos necesitan ser importantes en Donostia para que sus seleccionadores cuenten con ellos.

Exceso de personajes

Con un ojo puesto en el debut de este sábado en el campo del Valencia (21.30), el otro mira hacia las salidas que se tienen que producir en lo que resta de agosto. Sergio ha usado a ¡37 jugadores! durante la pretemporada, y eso que no ha podido contar con Zakharyan y Sadiq, si bien el nigeriano es uno de los destinados a hacer las maletas.

No hay fichas para todos, aunque algunos pueden lucir dorsal del Sanse, como Martín, Marín o Rupérez. Procedente del filial, ayer se confirmó que Mikel Goti formará parte de la primera plantilla. Otros nombres como Odriozola, Javi López, Becker, Carlos Fernández y quizás Traoré están en la rampa de despegue. Al libro de Sergio le sobran personajes.

La pretemporada deja un balance de tres victorias (2-0 ante el Pau, 1-2 en Yokohama y 4-1 sobre Osasuna), tres empates (1-1 contra el Rennes y 1-1 y 0-0 en la doble cita de Bournemouth) y una única derrota ante el Varen Nagasaki (1-0), aunque los amistosos no dejan de ser entrenamientos para coger ritmo, hacer probaturas y cribar jugadores.

En el capítulo goleador, que se mira con lupa tras los pobres números del año pasado, destacan las tres dianas de Óskarsson, llamado a ser el nueve de referencia, con permiso de un Oyarzabal que puede jugar también como segundo punta o caer a banda.

Además de la visita a Mestalla, Espanyol y Real Madrid en casa y Oviedo fuera serán los rivales de aquí a mediados de septiembre. Decía John Toshack que en Donostia la Liga no empieza hasta que pasan las regatas de La Concha, pero será necesario dar pasos cuanto antes en lo cuantitativo y en lo cualitativo. 

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