Cecilia Sopeña, ciclista con más de un centenar de victorias en su palmarés, se convirtió en un rostro conocido mucho más allá de las carreteras. Su carrera deportiva, marcada por la constancia y la ambición, dio un giro inesperado cuando decidió dar el salto a la plataforma de contenido para adultos OnlyFans. Durante un tiempo, su vida transitó por territorios muy distintos a los que había imaginado al iniciar su trayectoria.

Sopeña exploró otros ámbitos profesionales y personales que la situaron en el centro de atención mediática. Su imagen empezó a circular en entornos digitales ajenos al deporte, y el impacto público fue tan intenso como difícil de controlar. En ese periodo, se convirtió en figura recurrente en redes sociales y foros, recibiendo tanto aplausos como críticas feroces.

Ahora, con una determinación que define como “más consciente, más ordenada y más digna”, la ciclista ha decidido abrir un nuevo capítulo en su vida. La transición, explica, no solo implica un cambio personal, sino también una acción legal firme para recuperar el control sobre su identidad pública.

«Tengo derecho al olvido»

“Este mensaje nace desde la verdad de lo que soy hoy”, afirma en un comunicado difundido en Instagram. “Tengo derecho a proteger mi imagen. Tengo derecho al olvido”. La deportista ha invocado el artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos de la UE, que permite eliminar de internet cualquier contenido que ya no refleje su identidad actual.

Su decisión implica un plan de acción claro:

  • Activación del derecho al olvido con asistencia legal.
  • Eliminación de imágenes y vídeos no autorizados.
  • Acciones judiciales contra quienes difundan contenido sin permiso.
  • Mantenimiento temporal de cuentas privadas por motivos fiscales y profesionales.
  • Petición expresa de respeto a su privacidad y silencio mediático.

Cecilia Sopeña, que triunfó en OnlyFans y llego a definirse como “actriz porno de autogestión propia”, recalca que esa etapa ha quedado atrás. “Mi nueva libertad es poder decidir lo que ya no quiero. Y ya no quiero estar expuesta”, sentencia. Subraya que su nombre “merece ahora silencio, honor y dirección”.

Cecilia Sopeña, durante un tramo de la Titan Desert Marruecos 2023.

Cecilia Sopeña, durante un tramo de la Titan Desert Marruecos 2023. / Efe / Cecilia Sopeña

La ciclista asegura haber sufrido durante años ataques, acoso y desprecio en redes sociales, lo que ha fortalecido su convicción de marcar límites. “No es una amenaza. Es orden. Es protección”, advierte, añadiendo que cualquier difusión indebida de su pasado será perseguida legalmente.

“Mi historia ha sido intensa, pero mi presente es limpio. Y mi futuro… mío”, concluye la ciclista, decidida a pedalear hacia una vida en la que la paz pese más que el ruido del pasado.

Texto íntegro del comunicado de Cecilia Sopeña en su cuenta de Instagram

«Este mensaje nace desde la verdad de lo que soy hoy. Desde la calma de una mujer que ya no necesita explicar nada, pero ha elegido poner en palabras sus límites.

He iniciado una nueva etapa en mi vida: una etapa más consciente, más ordenada, más digna, y profundamente coherente con quien he llegado a ser.

🛡️ Tengo derecho a proteger mi imagen. Tengo derecho al olvido.

En virtud del Artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), he activado con mi equipo legal el derecho al olvido: el derecho a eliminar de Internet todo aquello que ya no refleja quién soy ni cómo deseo ser recordada.

Cualquier contenido que esté siendo difundido, compartido o almacenado fuera de sus plataformas originales y privadas será motivo de acción legal inmediata.

Esto incluye vídeos, imágenes, extractos y enlaces que estén fuera de contexto o filtrados sin consentimiento.

⚖️ Ya no es tiempo de tolerar

Estoy en contacto con abogados y expertos en reputación digital. Y a partir de ahora, todo lo que circule fuera de lo autorizado —por mínimo que sea— entrará en un proceso judicial amparado por la ley.

No es amenaza. Es orden. Es protección.

🛑 No voy a cerrar mis cuentas privadas todavía

Algunas plataformas seguirán abiertas durante un tiempo por motivos de gestión fiscal y compromiso profesional. Pero ya no representan mi identidad pública. Por eso pido respeto. Y especialmente, cuidado con lo que se difunde, se comparte o se nombra.

Mi nombre merece ahora silencio, honor y dirección.

💬 No necesito ser entendida

Quien quiera proyectar sobre mí juicios, etiquetas o desprecio, sólo está revelando lo que lleva dentro. Cada crítica habla más del emisor que del destino.

Yo no necesito validación externa. Mi nueva libertad es poder decidir lo que ya no quiero. Y ya no quiero estar expuesta. Ya no quiero ser explicada. Ya no quiero ser interpretada.

Mi historia ha sido intensa, pero mi presente es limpio. Y mi futuro… mío.