A diferencia del fútbol y en menor medida del baloncesto, en el balonmano no suelen pagarse cláusulas y los fichajes se atan incluso dos años antes de que terminen los contratos. Excepciones hay, como los fichajes de Siarhei Rutenka y Filip Jicha por el Barça y el de Nikola Karabatic, quien dejó el Palau por el PSG.

El Barça ya sabía el pasado otoño que el aún lesionado Gonzalo Pérez de Vargas (ya en el THW Kiel) no seguiría esta próxima campaña y cerró muchos meses antes del verano a su sustituto en la portería, el islandés Viktor Hallgrimsson (Wisla Plock).

De forma bastante similar, Emil Nielsen no aceptó la oferta de renovación azulgrana y es un claro secreto a voces que dejará el equipo a final del presente curso para enrolarse en el Veszprém de Xavi Pascual, del que acaba de llegar Ludovic Fàbregas en una operación cerrada hace muchos meses.

Emil Nielsen, en la pasada Final Four de la Champions

Emil Nielsen, en la pasada Final Four de la Champions / EFE

El mejor portero del mundo en una comparación que sí le resiste el serbio Dejan Milosavljev (Füchse Berlín) dejará un importante hueco en el equipo, aunque su sustituto ofrece plenas garantías y sigue creciendo cada año pese a que el pasado 17 de junio cumplió 30 años.

El Barça llevaba tiempo valorando muy positivamente la evolución de Sergey Hernández, internacional español nacido en Rusia que conquistó el pasado junio su primera Champions en su segunda temporada en la portería del Magdeburgo, al que llegó del Wisla Plock… curiosamente, el último equipo de Hallgrimsson.

La operación está completamente cerrada desde hace la ‘bestia negra’ del Barça de Carlos Ortega en las Finales a Cuatro de la Champions y en el Mundial de Clubs ya ha hecho oficial que el ‘Hispano’ no seguirá en su plantilla la próxima campaña.

«Despediremos a Sergey Hernández al final de la temporada 2025-26. El internacional español ha decidido dejar el club y seguir su viaje en otro lugar», anunció el Magdeburgo en su perfil de ‘X’. Ya falta tan solo el anuncio oficial del Barça.

La revolución que ha vivido el equipo azulgrana este verano no debería repetirse el año que viene y todo apunta a varios retoques con el objetivo de seguir siendo muy competitivos sin olvidar los ‘recortes’ que siguen marcando la realidad de todo el club. Quizá el verano que viene podría llegar un central de renombre.