Donald Trump ya está en Turnberry , el pequeño pueblo del concejo escoces de South Ayrshire donde el presidente de Estados Unidos es propietario de uno … de los mayores resorts de su imperio europeo del golf. Él juega este sábado en uno de los tres campos del complejo, pero su presencia se percibe en cada rincón de la villa. El censo municipal es de 200 vecinos y a ellos se suman este fin de semana 5.000 agentes del servicio secreto.
El equipo de seguridad de la Casa Blanca hace de Trunberry el escenario perfecto para una de las típicas películas costumbristas con Escocia, Gales o Irlanda de fondo. La preciosista imagen de este pueblo rodeado de campos verdes y rematado por el faro que ilumina su costa aparece jalonado de furgones de cristales tintados y puestos para francotiradores. El espacio aéreo alrededor del concejo se ha limitado y abundan los controles en la carretera. Esto último ha sido duramente criticado tanto por británicos como escoceses, quienes denuncian afrontar un año de recortes sociales mientras el Gobierno gasta un considerable dinero en el cordón policial para los cuatro días de visita privada del mandatario.
El viaje tiene dos fases, por así decirlo. Trunberry es la más pacífica. Allí compró el magnate un gran terreno yermo en 2014 para convertirlo en un resort-golf de lujo donde solo en jardinería trabajan 35 empleados. Luego parará en Aberdeenshire, donde tiene otra gran propiedad golfista, Trump International, en Menie, cuyo curso será inaugurado el martes por su hijo Eric. Aquel es terreno más conflictivo. Las dunas de la región perdieron su estatus de protección científica por la construcción del campo. El magnate hizo lo posible por eliminar los aerogeneradores situados en el mar frente a su hotel porque estripeaban la vista, así como una orgullosa e histórica estación marítima que calificó de «lugar marginal visual». Hay manifestaciones programas en Aberdeen y en Edimburgo.
Policías y militares rastrean el circuito escocés antes de la llegada del presidente.
AFP
Los escoceses no olvidan que el multimillonario neoyorquino llegó prometiendo una nueva tierra de promisión bajo la bandera de sus negocios golfistas. Dinero ha llevado, pero, según sus vecinos, muy por debajo de las expectativas creadas. Las políticas arancelarias y contra la migración en EE UU, los recortes sociales y su apoyo a Israel e n Gaza han contribuido a aumentar su impopularidad: el 71% d los escoceses tiene mal concepto de él frente al 54% de los británicos en general. No obstante, cientos de seguidores del movimiento MAGA están también en Escocia para acompañar a su jefe.
El inquilino de la Casa Blanca tendrá tiempo para la política. De hecho, Trump ha arremetido ya contra la inmigración y sentenciado: «Tenéis que parar esta horrible invasión que está sucediendo en Europa». A su juicio los europeos «estáis arruinando vuestro países» debido precisamente a la migración ilegal, pero también al impulso de las energías renovables en ves del petróleo, especialmente los molinos de viento que tanto le molestan en Aberdeen. «Vuelas sobre Europa y ves esos molinos de viento destruyendo vuestros hermosos campos y valles, matando vuestros pájaros. Y están clavados en el océano, arruinando el océano. Paradlo».
A diferencia del Viejo Continente, el líder republicano se enorgulleció de que EE UU «cerró la frontera» con México y «nadie entró» el pasado mes de junio en su país, en alusión a la «gente mala que llegó con Biden». Trump no quisó citar nombre, pero sí destacó cómo «algunos líderes sí están luchando contra esas llegadas de indocumentados», «Será mejor que actuéis unidos o ya no tendréis Europa», remachó.
Manifestación contra Trump en Edimburgo.
Reuters
El presidente utilizará posiblemente este viaje de cuatro días para alejarse de la polémica sobre los ‘papeles de Epstein’, que amenaza la estabilidad de la que gozaba hasta ahora al abrir fisuras en el movimiento MAGA y el propio Partido Republicano.
Sin embargo, no podrá evitar la larga sombra del Partido Demócrata. En los Cotswolds, un territorio de excepcional belleza natural en plen campiña inglesa, a élite liberal, tecnológica y cultural estadounidense se da cita este sábado en torno a la boda de Eve Jobs, hija del fundador de Apple Steve Jobs, y el jinete olímpico británico Harry Charles. La fiesta se celebrará en Soho Farmhouse, un exclusivo club rural, costará casi 6 millones de euros e incluye un recital privado de Elton John. ¿Y quién figura en la lista de invitados? Pues desde las hijas de Bill Gates y Bruce Springsteen hasta Kamala Harris, la vicepresidenta del anterior Gobierno de EE UU que salió derrotada en las últimas elecciones ante Trump.