Hace unos años, la exconcursante de ‘Gran Hermano 17’, Adara Molinero, se mudó a esta nueva casa en el norte de Madrid junto a su hijo Martín, una casa que no deja a nadie indiferente: es muy grande (tiene 110 metros cuadrados) y derrocha lujo por todas sus esquinas. Desde la revista Lecturas tuvimos la suerte de ir a visitar la casa de Adara en exclusiva y, como su estilo nos gustó tanto, hemos hablado con Ana Hernández, arquitecta de interiores y jefa de estudios de Insenia, para que nos diera su opinión profesional.
En líneas generales, Ana nos ha contado que “Adara ha creado un espacio lleno de luz, orden y armonía. Su casa transmite serenidad. Se nota mimo, inversión y una búsqueda de equilibrio entre lo funcional y lo estético. La cocina abierta al salón, el rincón de lectura, la selección de materiales naturales, el cuidado en la decoración. Todo parte de una idea muy clara: vivir bien y rodeada de belleza”.
Sin embargo, a pesar de tener una buena base, usar materiales nobles y una estética muy cuidada, la arquitecta de interiores considera que aún puede crecer: “lo que le falta, quizá, es más intención en la distribución del espacio, más homogeneidad en algunos muebles, y un poco más de atrevimiento en los detalles y el color. No se trata de cambiar todo. Solo de ajustar, de afinar”. A continuación, la experta nos desvela, desde un punto de vista más técnico, los aspectos que ella como profesional considera que podrían mejorarse para que el espacio, además de bonito, sea también algo más cómodo, fluido y funcional.