A horas de un histórico encuentro entre Putin y Trump, el ministro de exteriores del primero, Serguéi Lavrov, ha llegado a su hotel en Alaska luciendo las siglas de la Unión Soviética. La URSS (CCCP en ruso, como se lee en el jersey) desapareció en 1991, y además del territorio de la actual Federación de Rusia, incluía Bielorrusia, Ucrania y otros 12 países.
A pesar de la clara provocación al elegir el jersey para el viaje, y desabrocharse la chaqueta para que las cámaras capten las siglas, en sus declaraciones Lavrov ha sido comedido y ha pedido paciencia: «No hay que anticiparse. Tenemos argumentos, una postura clara y comprensible. Los presentaremos».
La cita, programada para las 21:30 de este viernes, es la primera reunión entre los presidentes de las dos potencias mundiales desde junio de 2021, cuando Joe Biden y Vladímir Putin se vieron en Ginebra, Suiza. Tras esto, en febrero de 2022, la invasión rusa sobre Ucrania paralizó cualquier posibilidad de encuentro, hasta ahora.
Un presidente ruso en Alaska
La otra gran curiosidad de la cita está marcada por el lugar elegido. Alaska era territorio ruso hasta 1867, cuando a cambio de 7,2 millones de dólares traspasaron la soberanía a Estados Unidos. Hoy en día, con el dato actualizado a la inflación, serían unos 157 millones de dólares.
Además de Putin y Lavrov, al encuentro en la base militar estadounidense de Elmendorf-Richardson, en la ciudad de Anchorage, acudirán los ministros de Defensa y Finanzas, Andréi Beloúsov y Antón Siluánov. También los asesores presidenciales Yuri Ushakov y Kiril Dmítriev.
Por parte de Estados Unidos, además de Trump, viajan el Secretario de Estado, Marco Rubio, el de Comercio, Howard Lutnick, el del Tesoro, Scott Bessent, y el director de la CIA, John Ratcliffe.