La iglesia parroquial acogerá esta tarde a las 19.15 horas la presentación del libro Els Patrons d’Alaró: com eren al principi, ara i sempre, i pels segles del segles, de Andreu Veny.

La obra recopila un estudio de este historiador y profesor porrerenc sobre la historia de los patronos de Alaró. Andreu Veny indica que «en 1643 el papa Urbano VIIIexigía la elección de un único día para la fiesta al patrono y, consecuentemente, solo se podía tener uno. La Universitat d’Alaró, actual Ajuntament, eligió a la Mare de Déu de l’Esperança».

Años más tarde, en 1652, «Sant Sebastià no intercedió como los alaroners esperaban para salvarlos de la peste y comenzó la devoción por Sant Roc, hasta el punto que el ayuntamiento lo proclamó segundo patrono o patrono menor principal», explica Veny. La proclamación oficial de Sant Roc «se produjo en 1771 y el hecho de designar patronos menos no se encuentra en ningún otro pueblo, solo en Palma, que podía pagar los gastos de tener más patronos menores elegidos para obtener la protección sobre una causa específica». Andreu Veny señala que «Sant Sebastià es el tercer patrono de Alaró, o patrono menor menos principal».

El libro ha sido un encargo del rector de Alaró, Joan Pons, quien se lo pidió a Andreu Veny después de que este hubiera realizado un estudio sobre los patronos de Porreres en el que mantiene que Sant Roc es el principal del municipio. La portada ha sido diseñada por Pere Angulo Salvà, con un dibujo que imita los antiguos grabados que tanta historia tuvieron en Alaró.

Andreu Veny especifica que «el libro repasa la historia y la devoción del titular de la parroquia, Sant Bartomeu, y de la Mare de Déu del Refugi, como también de Guillem Cabrit y Guillem Bassa, que murieron mártires defendiendo la legitimidad del reinado de Jaume II,    en un tiempo en el que se pensaba que el rey legítimo era elegido por Dios, y no defender al verdadero rey era como renegar de Dios». Veny sugiere «revisar la situación canónica de Cabrit i Bassa que Jaume II hizo enterrar con los máximos honores en la Seu, edificio que el mismo Jaume IIconcibió por ser lugar de panteón de los reyes de Mallorca».