El ciclismo guipuzcoano está presenciando el nacimiento de una corredora que apunta alto. Siguiendo la tendencia de los talentos precoces que inundan el pelotón actual, … la usurbildarra Irati Aranguren (Andoaingo, 17 años) pondrá la guinda a la excelente temporada que lleva en júniors –ocho victorias– debutando el jueves en profesionales con el Laboral Kutxa. Lo hará en el GP Lucien van Impe, carrera a la que llegará plena de confianza tras ser segunda en Bizkaikoloreak, prueba de la Copa de las Naciones a la que acudieron las mejores de la categoría.
«Estoy muy contenta, es un orgullo», confiesa Aranguren mientras descansa en su casa. «Llevaba mucho tiempo trabajando para estas carreras y era uno de los objetivos de la temporada; cualquiera no tiene una Copa de las Naciones al lado de casa». La diferencia que le impidió subir al cajón más alto del podio fue de un segundo, ya que la italiana Matilde Rossignoli se la jugó en las bonificaciones. La guipuzcoana fue tercera el jueves en la primera etapa, donde obtuvo cuatro segundos de bonificación por los tres de la italiana, pero este viernes en la segunda y última etapa Rossignoli alzó los brazos por delante de Aranguren, ganando diez y ocho segundos de bonificación, respectivamente, para darle la vuelta a la general.
Aranguren se considera una corredora escaladora, aunque «hasta ahora me he visto bien defendiéndome al sprint. Quizás en un grupo grande no, porque tampoco hemos tenido la oportunidad de hacerlo aún, pero sí en un grupo reducido». Además, menciona la «colocación» como una de sus virtudes que puede aprovechar el jueves en Bélgica, donde las carreras tienen la dificultad de combinar carreteras principales con caminos estrechos.
¿Subir a profesionales en 2026, como Paula Ostiz?
«Ella marca su ritmo y yo el mío, pero las dos vamos por buen camino»
«Sé que en profesionales será diferente, pero intentaré situarme bien para no comerme los látigos –tener que esprintar para no perder contacto con la cola de pelotón– y tratar de evitar las caídas», pero matiza que «son carreras bastante más largas, intentaré estar ahí y aprender». El GP Lucien van Impe, con 139 kilómetros, será la prueba más larga en la que Aranguren vaya a participar hasta ahora. De todos modos, el reto no le asusta: «Estoy súper contenta porque es una oportunidad que no todo el mundo tiene».
Terminó el Bachillerato en junio y el próximo curso estudiará online el grado universitario de Nutrición. «Me lo tomaré con calma e iré poco a poco, pero es importante tener estudios también», transmite Aranguren con una tranquilidad y confianza en un discurso que deja entrever que tiene las cosas muy claras. «Este año he dado un gran paso, no esperaba tener tantas victorias, pero voy sin prisa y a aprender».
Referentes
«Mis referentes son Vollering, Ferrand-Prévot y Pieterse, que también hace ciclo-cross como yo. Es una modalidad que disfruto mucho»
La navarra Paula Ostiz, campeona de Europa y subcampeona del Mundo júnior, es de su mismo año y dará el salto el próximo año al Movistar. Puede ser un camino a seguir, pero Aranguren considera que «cada uno tiene que marcar su ritmo y pensar si es mejor subir al ciclismo profesional o no. Yo creo que con ir despacio, con los pies en el suelo y con cabeza se puede conseguir todo». Por lo tanto, la respuesta a la pregunta de si estará en profesionales en 2026, con 18 años, es un «ya veremos», explicando que «todavía no he competido con ellas y no sé si me va a faltar mucho para estar a su altura o si estaré ahí con ellas. Paula ha demostrado que es una de las mejores del mundo ahora mismo. Ella marca su ritmo y yo el mío, pero las dos vamos por buen camino».
La N-634, el pasillo de su casa
Preguntada por el salto que ha dado en este 2025, donde ha ganado el GP Igartza, Lekeitio Saria, Markina Xemein Saria, Emakumeen Berritxu Saria, dos etapas y la general de Gipuzkoako Itzulia y el título de crono de Gipuzkoa, cree que la clave ha estado en la «constancia». Argumenta que «es importante mentalizarse de que hay días mejores y peores pero que, al final, de todos sacas algo. Eso lo he demostrado en las carreras. Y es importante confiar en una misma».
Aranguren suele entrenar por la N-634. Orio, Aia, Zarautz, Getaria, Zumaia… «No me suele gustar entrar por carreteras más transitadas, aunque cuando tengo que ir, voy. Pero la mayoría de las veces entreno por la costa».
Señala a Demi Vollering, Pauline Ferrand-Prévot y Puck Pieterse como sus referentes. Las dos primeras son ganadoras del Tour de Francia y la elección de la tercera tiene todo su sentido, ya que Irati Aranguren también compite en ciclo-cross. «Me gusta y disfruto mucho, se me da bastante bien. Mi intención es seguir compaginando con la carretera aunque no haga muchas carreras, porque la temporada de carretera termina tarde y el ciclo-cross empieza inmediatamente después. Pero alguna que otra carrera sí que haré».