Llega la segunda quincena de agosto y la ‘vuelta al cole’ está cada vez más cerca. Durante estas semanas hay muchas familias pacenses que comienzan a aprovisionarse de los materiales necesarios para afrontar este nuevo curso, pero muchas otras prefieren apurar al máximo las vacaciones y dejar esta tarea para septiembre. “El nivel de ventas en septiembre es mucho mayor que en agosto, la gente prefiere esperar”, comentaba Álvaro Resina, librero en Mapa.
Según Miguel Berbel, dueño de Bermoex Distribuciones, uno de los motivos principales por los que la gente prefiere aguardar al inicio de las clases es conocer con detalle todo el material que van a necesitar ese año o si reciben alguna ayuda económica. “La gente espera hasta el último momento, porque en ocasiones compran los libros y luego se los dan gratis en el colegio, vienen a devolverlos y acaba siendo una complicación para ellos y para nosotros”.
Ambos libreros asumen que a pesar de que en los últimos años, en septiembre se incrementen estas ventas, no llegan a ser ni la mitad de las que hacían una década atrás cuando la competencia era mínima. “Hace 12 años vendíamos el doble, la gente compraba los libros en cuanto acababa el curso escolar, teníamos tanta carga de trabajo que podíamos sustentarnos nosotros y contratar a alguien más, hoy en día es imposible”, resumía Berbel.
El descenso en las compras de libros de texto ha llevado a que los libreros busquen alternativas para atraer a los ciudadanos nuevamente hasta sus tiendas. Entre algunas de ellas podemos destacar descuentos, regalos o una bajada de precio en los libros que obliga a los trabajadores a operar con un margen de maniobra y un porcentaje de beneficio menor. “Hay que ajustarse y entre todos sacar el beneficio máximo, pero siempre buscando ganar clientes”, explicaba Resina.
Competidores de las librerías
Esta bajada en la adquisición de estos libros está ligada directamente al incremento de la competencia que sufren estas tiendas locales: el comercio online, la reventa por aplicaciones de segunda mano o incluso entre personas del mismo centro de manera presencial, el préstamo de libros en colegios e institutos o entre familiares y el último competidor que se ha añadido a la lista pero que es el que más “les preocupa” la venta de los propios libros en los centros educativos. “Es muy difícil hacer frente a tantos competidores, puede que este sea nuestro último curso vendiendo libros de texto”, atajaba el librero de Bermoex.
Previsiones y venta fragmentada
Anteriormente la compra del material escolar, sobre todo en lo que se refiere a libros escolares, se realizaba en torno septiembre. Una venta única que según afirman los propios trabajadores del sector aquí en Badajoz, les suponía un gran ingreso económico, que posteriormente “ahorraban para hacer frente al resto del año”. En la actualidad, muchas familias hacen estas adquisiciones de manera fragmentada. “Ahora los libros, en muchos casos, se venden en tres volúmenes. Hay familias que por su situación económica o por facilidad, prefieren comprarlos cuando van a utilizarlos y no los tres de golpe, compran el primero en septiembre, el segundo en Navidad y el tercero en Semana Santa” admitía el librero de Mapa.
Ante esta escasez, los profesionales prefieren no comprar libros de manera anticipada. “Antes solo había una editorial, ahora cada colegio te pide un libro distinto, es imposible comprarlos antes. Actualmente el cliente lo compra y en 24 o 48 horas lo tiene aquí. Únicamente compramos aquellos que sabemos que es imposible usar de un año a otro, como los cuadernos de actividades”, mencionaba Álvaro Resina.
Factores positivos
A pesar de todo, los dueños de las librerías pacenses admiten que aún hay numerosas familias que siguen apoyando el comercio de proximidad. Por otra parte, agradecen iniciativas y ayudas como el cheque libro, porque “incita” al consumo en las tiendas locales. “El cheque libro se lo facilitan los diferentes colegios o institutos de Badajoz a las familias. Estas vienen a recoger el libro al comercio y luego ya nosotros le pasamos la factura escrita al centro educativo”, aclaraba Resina.