Josu Collantes Gutierrez

Tolosa

Sábado, 16 de agosto 2025, 20:36

Estos últimos días, Tolosa ha sido una de las localidades guipuzcoanas más azotadas por el calor, llegando a estar bajo aviso rojo de la Aemet por altas temperaturas, lo que invita a buscar un refugio en la sombra o a darse un refrescante baño en las piscinas municipales. Aprovechando estos días de termómetros candentes y diversión al aire libre, la biblioteca municipal continúa con dos propuestas con las que acercar a niños y jóvenes al mundo de la lectura, transformando el verano en una experiencia literaria llena de magia y aventura. De esta manera, los tolosarras pueden evadirse de la realidad sofocante transportándose a universos de fantasía.

Lejos de las aulas de los colegios, durante los meses más cálidos del año, los jóvenes se distancian de la lectura. Es por ello que la biblioteca municipal amplía sus servicios más allá del palacio Aranburu y traslada una pequeña parte de su catálogo al polideportivo de Usabal, concretamente a las piscinas municipales. Mientras se dan un chapuzón, hasta el 29 de agosto podrán sumergirse en las páginas de los libros.

Kike Otegui, encargado de la caseta habilitada para este fin afirma: «Es una extensión de la biblioteca municipal, puesto que ahora en verano solo está abierta por las mañanas y, de esta forma, los niños y niñas que vienen a bañarse también pueden disfrutar de la lectura». La afluencia es constante durante su horario, de lunes a viernes de 15.00 a 19.00 horas, con entre 35 y 50 personas que se acercan a diario para tomar prestado algún libro.

La biblioteca lleva más de dos décadas organizando la iniciativa de Biblioporrak, con recomendaciones literarias

Un espacio donde, además de libros, se ofrecen periódicos, cómics y revistas junto a diferentes juegos de mesa y materiales de dibujo para que los niños se diviertan y aprendan. «Principalmente vienen niños pequeños que quieren juegos de mesa, colorear o leer libros junto a sus padres», asegura Otegui, que destaca, por otro lado, la posibilidad de disfrutar de narrativas de lectura grupal. Esta pequeña biblioteca no solo busca atraer a menores al mundo de la lectura durante sus ratos de descanso entre baño y baño, sino que también ofrece prolongar esta lectura en casa. Así, los usuarios pueden llevarse los ejemplares con la tarjeta de socio. «El objetivo principal de esta iniciativa es que los jóvenes lean en verano, ya que durante el curso los centros escolares son los que se encargan de fomentar la lectura», asegura el bibliotecario.

Una iniciativa que no solo está dirigida a los niños. Ana Curiel, vecina que ha aprovechado el buen tiempo para refrescarse, indica que «es un éxito porque hay que entretenerse, y leer en las piscinas es un acierto. Al final ayuda a crear cultura», destaca positiva mientras hojea una revista. En la misma línea se manifiesta Eneka Muñagorri: «Está bien tener este rincón, si los niños están aburridos en el agua, pueden leer libros», comenta.

Sara Goenaga, que forma parte del personal de la piscina, añade que «en vez de estar con el móvil tirados en la toalla, tienen la oportunidad de leer». Desde su puesto en la entrada del recinto, la joven trabajadora observa cómo diferentes grupos de niños se acercan a la cabaña de madera en busca de libros y juegos de mesa. Asimismo, es todo un recurso de entretenimiento que va más allá de los niños y jóvenes: «Creo que en un pueblo sin playa como Tolosa, venir a la piscina y tener este tipo de ocio donde los niños y los adultos se puede entretener, es importante», asegura Otegui, encargado de la caseta de la biblioteca.

Recomendaciones

Además de acercar los libros a los jóvenes en la piscina, la biblioteca municipal busca ofrecer recursos que continúen despertando el interés mediante recomendaciones literarias. Bajo el nombre de Biblioporrak, ha creado una serie de guías de lectura infantil dirigidas a niños y jóvenes de entre 0 y 16 años, con la colaboración de las escuelas de Tolosa. Este proyecto, que se organiza desde 2001, expone una amplia guía de libros para todos los gustos. El objetivo es fomentar la lectura, pero también busca que los participantes mantengan el hábito en verano, además de aumentar sus visitas a la biblioteca municipal.

Desde el pasado 25 de junio y hasta el próximo 3 de octubre, en horario de 10.00 a 13.30, la tercera planta del palacio Aranburu se convierte en un pequeño paraíso literario. Un rincón lleno de estanterías con cientos de libros acompañados de unas pegatinas de diferentes colores que representan las franjas de edad recomendadas. Entre las baldas, se pueden encontrar libros destinados a todo tipo de lectores, desde las aventuras más trepidantes para los amantes de la acción, hasta historias más emotivas relacionadas con los amores juveniles destinados al público adolescente.

Además, los usuarios pueden hacer uso de la terraza de la propia biblioteca, con un espacio habilitado para la lectura al aire libre para quienes deseen perderse entre las páginas del sol estival. Así, un acogedor rincón equipado con mesas y sillas invita a leer ante el paisaje que deja el río Oria a su paso por Tolosa.

Proyectos como el de Biblioporrak y el de la biblioteca de verano del polideportivo Usabal refuerzan la importancia de mantener el hábito de lectura sobre todo entre los más jóvenes pero también en los adultos, para fomentar la imaginación, creatividad y el gusto por descubrir las historias que albergan sus páginas.

Comenta

Reporta un error