Jason Bourne y James Bond son dos espías muy conectados en la cultura popular gracias a las adaptaciones cinematográficas. En los 2000 se percibió que las películas que protagonizó Matt Damon como el agente amnésico de Robert Ludlum dejaban una impronta bastante visible en 007, con un Daniel Craig que usaba mucho más la violencia cuerpo a cuerpo. Al margen de esta retroalimentación, ambas sagas han seguido fluctuando con diversos cambios, hasta que de forma paralela su destino se haya visto sometidas al baile de derechos y a la codicia empresarial.
El aclamado director de Cónclave, Edward Berger, llegó a estar vinculado a ambas franquicias. Fue candidato a dirigir la próxima película de James Bond sin Daniel Craig, rehusando seguir con el proyecto cuando Amazon MGM Studios le arrebató el control creativo a los productores originales, Barbara Broccoli y Michael G. Wilson. Y también tanteó dirigir una nueva Bourne, que iba a titularse El dilema de Bourne y volvería a ser protagonizada por Matt Damon antes de un giro inesperado.
Y es que hace unos meses Captivate Entertainment perdió los derechos de adaptación de la saga literaria de Ludlum. Significaba que WME, según los deseos del patrimonio del difunto Ludlum, podía ofrecérselos a cualquier otra major mientras Universal Pictures los perdía, y se veía incapaz de seguir produciendo nuevas películas. El dilema de Bourne tuvo que cancelarse sin haber siquiera confirmado su producción, mientras Berger quedaba naturalmente fuera. Pero hete aquí que ha habido otro giro más.
Según Hollywood Reporter, NBCUniversal se ha apresurado a hacerle otra oferta a WME y ha logrado mantener los derechos de Jason Bourne en su posesión. Eso significa que habrá nuevas entregas: o bien otra película de Bourne como se estaba planeando, o incluso algún otro derivado como fue en su día la serie Treadstone (desarrollada sin mucho éxito en 2019 por USA Network). “Desde su debut en 2002, la icónica franquicia Bourne ha remodelado el género de espionaje con películas innovadoras que han establecido nuevos estándares para la acción cinematográfica”, ha declarado muy ufano el presidente de Universal, Peter Cramer.
“Estamos entusiasmados por seguir ampliando el universo Bourne en el futuro con nuevas y emocionantes historias para el público global”. A falta de que se aclare el destino de El dilema de Bourne (y si tanto Damon como Berger siguen interesados), NBCUniversal ha vuelto a poner al frente como productor de la saga a Frank Marshall, quien ha impulsado todas las entregas desde la inaugural El caso Bourne en 2002. Marshall es, asimismo, el responsable de Jurassic World, que tantos taquillazos le viene dando a Universal incluyendo la última entrega, El renacer (801 millones de dólares recaudados).
El personaje de Damon ha protagonizado cuatro películas hasta la fecha, entre 2002 y 2016, pasando primero por las manos de Doug Liman y luego de Paul Greengrass (que desde El ultimátum de Bourne ha dirigido a Damon en todas). También ha habido algún paso en falso, como cuando Jeremy Renner protagonizó en 2012 la fallida El legado de Bourne.