Mägo de Oz ha lanzado un comunicado contundente tras la cancelación de su concierto en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), previsto para el 19 de agosto dentro del programa de fiestas municipales. El Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, retiró la actuación del cartel tras la polémica por unas declaraciones hechas en tono sarcástico durante un concierto anterior. El grupo denuncia censura política, defiende su derecho a la sátira y acusa al consistorio de actuar de forma partidista y sectaria.

La sátira como excusa para cancelar

La polémica se desató tras un concierto en Llanera (Asturias), en el que el guitarrista Víctor de Andrés realizó comentarios satíricos sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la trama que salpica al PSOE con nombres como Koldo García y José Luis Ábalos. En un tono irónico, exclamó desde el escenario: «Dejad de robarnos, sobre todo la cocaína y las putas«, lo que el gobierno local de Vilagarcía consideró una frivolización sobre «temas sensibles».

Tras ello, el Ayuntamiento socialista anunció la cancelación del concierto, desatando la reacción inmediata de Mägo de Oz, que acusa directamente a la corporación municipal de censurar por razones ideológicas.

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«No vamos a permitir chantajes»

En un comunicado difundido en sus redes, la banda afirma que no va a aceptar «chantajes ni lecciones de moralidad por parte de ningún ayuntamiento» y denuncia que sus palabras han sido «sacadas de contexto de forma tendenciosa, interesada y política». Sostienen que las frases se enmarcan en «un concierto en clave de sátira y humor no implícito de denuncia social y política», una forma de expresión que —recuerdan— forma parte de la libertad artística.

«Defendemos ideas progresistas, pero no obedecemos consignas»

Lejos de retractarse, Mägo de Oz reivindica el contenido de sus letras como «una defensa a ultranza de ideas progresistas«, mencionando canciones que abordan el apoyo al movimiento LGTBI+, a personas trans, la visibilización del síndrome de Down o el derecho a una muerte digna. «El que quiera entender, que entienda«, resumen, insistiendo en que su trayectoria ha estado siempre marcada por valores de diversidad, tolerancia y pluralidad.

No obstante, critican el doble rasero del Ayuntamiento, al que exigen «coherencia»: «Esperamos con ansias y expectación la prohibición de todas las canciones de música urbana y reguetón que frivolizan ante el sexismo y la cosificación de la mujer«, ironizan en el cierre del comunicado. «A veces tenemos la piel muy fina, señores… ¡Que hable solo la música!«.

Censura política con pretexto moral

En uno de los puntos más duros del texto, el grupo denuncia que los insultos que se les atribuyen no salieron del escenario, sino del público, y asegura que fueron proferidos por «gente de extrema derecha«. Aun así, insisten en su «indignación ante tanto político corrupto, sea del partido que sea«, dejando claro que su crítica trasciende las siglas.

Aseguran que el Ayuntamiento ha tomado una decisión «respetable, pero que tendrá que explicar a los ciudadanos de otras sensibilidades políticas», ya que las fiestas locales deberían ser espacios de convivencia cultural y no de exclusión ideológica.