[Esta noticia contiene spoilers de Weapons]
Weapons ya es una de las películas de terror más aclamadas del 2025. Zach Cregger, el hombre detrás de Barbarian, repite elogios entre la crítica profesional y el público, quienes lo señalan como uno de los grandes directores del cine de género. Unas palabras que se ha ganado a pulso con películas donde aúna realidad y fantasía, con fuertes críticas sociales y situaciones tan espeluznantes como el posible caso de una desaparición masiva de madrugada.
En la nueva película de Cregger, 17 niños de la misma clase desaparecen a las 2:17 de la mañana. Una hora un tanto extraña y que tiene un gran significado detrás, con numerosas pistas en el sueño onírico de Archer (Josh Brolin). El padre angustiado veía este número al perseguir a su hijo Matthew (Luke Speakman) en el plano onírico, donde se reflejaba en un rifle mayúsculo sobre su hogar.
Este 217 es muy habitual en los contextos militares y de los videojuegos, con modelos como el Rifle 217. Un contexto militarista y de las armas muy presente de principio a fin en el filme, con esos niños que funcionan como un sistema armamentístico de colmena y son controlados por una adulta, siendo volubles a las malas artes de Gladys (Amy Madigan).
Siguiendo la misma conexión, este número también es significativo en el ámbito policial. El código 217 suele referirse a un asalto con intención de asesinato, especialmente en el sistema de códigos de radio basados en el Código Penal de California. Esto se relaciona con la presencia de los policías detrás de la investigación, con Paul (Alden Ehrenreich) como uno de los grandes protagonistas.
Y es que Cregger ha cuidado todo al milímetro para mostrarnos las consecuencias de la violencia y lo influenciable que es la gente para llevar a cabo actos criminales, con un sinfín de perfiles de personajes que podrían transformarse en asesinos en potencia o, al menos, infligir el mayor daño posible, sin ser conscientes.
Por si no fuera suficiente con estas alusiones, el 217 también tiene un gran simbolismo en las ficciones de terror. Es precisamente el número de la habitación en la que Danny, el protagonista del libro El resplandor (de Stephen King), entraba y mantenía un encuentro con una muerta en la bañera.
Una alusión divertida, teniendo en cuenta que Stephen King fue uno de los que más alabó y apoyó Barbarian, la primera película de terror de Cregger. Este confesaba que le había dejado «sin palabras». Hay que señalar que el número de habitación en la adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick pasó a ser el 237, probablemente para evitar posibles confusiones con esta otra cifra, pese al disgusto del propio King, quien denunció los numerosos cambios de esta versión.