Pacheta asumió con resignación la incapacidad del Granada para inscribir finalmente a Souleymane Faye, José Arnaiz, Jorge Pascual y Diego Hormigo para inaugurar el campeonato … contra el Deportivo en Los Cármenes pero mantuvo su optimismo natural. «Mientras el mercado siga abierto con estas normas, seguiremos siendo muchos los equipos y clubes en dificultades y yo como entrenador solamente puedo preocuparme y desgastarme en los futbolistas que tengo para competir; ya por la mañana me dijeron que sería poco probable que se dieran las circunstancias, aunque seguimos esperando hasta última hora», expuso.

«Intentamos plantear un partido incómodo a un equipo con jugadores determinantes para la categoría que se asocian muy bien, como en el primer gol después de un primer tiempo estable de control por nuestra parte y con alguna ocasión clara incluso, pero tenemos que ser más verticales y crear más ocasiones porque creo que tenemos suficiente como para hacerlo. Nos toca ajustarnos», reseñó el entrenador del Granada. «Me gustaron cosas, pese a que cueste defenderlo con 1-3, porque llegamos varias veces por banda aunque tengamos que ser más incisivos. La expulsión nos hizo mucho daño, porque estábamos repuestos para apretar arriba por el empate tras controlar el partido mucho más en campo rival que en el nuestro. Intentamos muchas cosas, entre líneas y en profundidad, con cosas entrenadas que salieron bien, pero el resultado fue el que quedó», lamentó.

«Es cierto que el equipo se deslavazó durante los últimos minutos tras el tercer gol, y no es lo mismo perder 1-3 que 1-4, pero es difícil porque tenemos un equipo muy joven y estoy dispuesto a pagar ciertos peajes; otros, no. Sabemos el tipo de equipo que estamos construyendo y estoy sumamente emocionado porque creo que vamos a poder crecer mucho aunque necesitemos ayuda. Me centro en extraer el máximo rendimiento a los que tengo, y este partido demuestra por muchas circunstancias que la plantilla está enganchada aunque dé para lo que dé», sostuvo Pacheta, con la tarea pendiente de que sus futbolistas «tengan más descaro con balón».

La obligación de contar con hasta ocho fichas ‘B’ condicionó sobremanera al entrenador. «No podíamos jugar con menos de siete profesionales de la primera plantilla, de ahí que tuviéramos que sacar a Rodelas para no cometer alineación indebida si sufríamos una expulsión como pasó con Lama. Cortés nos dio profundidad y alboroto, y tiene buen centro y golpeo, pero intentamos mantener el equilibrio aunque no siempre nos salga bien», justificó sobre la sustitución del canterano en concreto. En un aparte, quiso dar las gracias a la afición por su apoyo: «Siento su calor y le vamos a dar alegrías, aunque tardemos, porque estas tres semanas son muy complicadas. Tenemos que apretar entre todos y empujar. Ya empecé mal en otros equipos y luego fue bien».

«No tengo líneas rojas»

Con todo, Pacheta salió al paso del término ‘esperpéntico’ para el partido del Granada contra el Deportivo y defendió que los suyos tuvieron «momentos brillantes». También se puso de parte del club en la cuestión de los inscritos: «No tengo ninguna línea roja; yo vengo aquí a entrenar y me voy a dejar el alma por el Granada, sacándole el máximo rendimiento a todos mis futbolistas. En todos los equipos en los que estuve se llenó el campo en algún momento, y estoy seguro de que también pasará aquí. Siempre consigo que mis equipos salgan aplaudidos incluso cuando pierden. Lo demás, no me corresponde a mí».

«No soy el que manda en eso», reiteró el técnico al verse preguntado por los inscritos ya de cara a Eibar. «Imagino que hay suficientes mecanismos como para hacerlo posible. Esta situación hay que gestionarla desde la normalidad, como cuando en Elche estuve entrenando sin saber si podría afrontar o no un ‘play off’. La clave de todo esto es que pierdes opciones y alternativas», resaltó.

De cara a lo que queda de mercado, Pacheta admitió tener «dos o tres posiciones por cubrir en función también de quienes salgan». «El club ve las mismas necesidades que yo, pero estas normas obligan a vender o a malvender para cuadrar las cuentas; en otros países no pasa. No me gusta, y tenemos que abrir el debate, porque me afecta como entrenador y mi reivindicación es que cambie», abundó. «Si no hay novedad, Gambín y Samu participarán mucho con nosotros pero no podemos forzarles más y ponerles a jugar cuando estén preparados porque están en construcción todavía aunque el momento llegue a veces más deprisa, pero tienen muchas cualidades y buena pinta», añadió sobre los canteranos en dinámica.