La búsqueda expresiva de Rafael Delceggio comenzó hace más de dos décadas y desde entonces transitó por diferentes terrenos, siempre utilizando a la fotografía como vehículo. En sus inicios, como reportero, desarrolló la avidez por el testimonio movilizado por fuerza de su juventud. Luego, incursionó en la fotografía de moda, que lo expuso a un nuevo mundo con códigos estéticos propios y le permitieron desarrollar su plasticidad gráfica. El mundo fashion le dio paso a la fotografía publicitaria, donde pudo captar con fineza la complejidad de productos como los perfumes o los automóviles. Y los automóviles lo llevaron a ser parte de MiuraMag, como uno de sus socios fundadores, y desde entonces como Editor de Arte de la revista de autos.
Hoy, radicado en Miami, Rafa ha dado un promisorio giro hacia la fotografía artística. Su útimos trabajos, que esta revista tiene el honor de publicar, son un paso más en esa búsqueda. Se trata de la serie “Vanitas”, inspirada en la corriente pictórica holandesa, que tomó justamente ese nombre en los Siglos XVI y XVII. Encuadrada en el estilo barroco, y como una variante del género «Naturaleza Muerta» (también llamado “Bodegón”), Vanitas nació con el propósito recordar la fugacidad de la vida, la inevitabilidad de la muerte y la inutilidad de los placeres y logros materiales. El término «Vanitas» justamente refiere al concepto filosófico y religioso de la “vanidad” (del latín, vanitas).
Delceggio encontró en esa corriente una inspiración estética y conceptual para esta nueva serie de obras. Motores clásicos y diversos objetos relacionados, configuran intrigantes naturalezas muertas, que recuerdan a los trabajos de los maestros holandeses: sólo que, en lugar de tintas y pinceles, está la lente de Rafa, y su talento para la composición y la iluminación. Lo dice hasta la Biblia: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”.
«Vanitas» (por Rafael Delceggio)
«Mortadella y Countach» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
Cada vez que visito talleres para fotografiar, los mecánicos tratan de ordenar, limpiar, y dejar todo prolijito. Pero a mí siempre me pareció mucho más interesante representar la situación real de trabajo, con sus objetos circundantes, sus detalles costumbristas e incluso sus imperfecciones.
Tal vez haya sido mi amor por la pintura renacentista y, sobre todo, por el género del Bodegón, lo que me empujó a tratar de hacer algo con esas escenas. Ahí apareció como inspiración el movimiento holandés «Vanitas», que reflexiona sobre lo efímero de las cosas y cuestiona la vanidad con que las vivimos. Me gustó eso: la idea de convertir a estos motores poderosos y legendarios en objetos bien terrenales, como si fuesen naturalezas muertas.
Justamente, hace un tiempo me tocó exponer con Manu Campa, un artista amigo que hace pintura hiperrealista, con una técnica y un detalle formidables. El resultado es como si fuese una foto. Entonces a mí, que soy fotógrafo, me pareció divertido y desafiante lograr que una foto quedara como una pintura clásica.
R.D. (@Delceggio.Rafa)
* Nota publicada originalmente en MiuraMag.
«Ferrari» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
«Cavas» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
«Turbo» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
«Alfa y Romero» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
«Ford Burger» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
Backstage de «Vanitas» (Rafael Delceggio – MiuraMag).
Foto: Motor1.com
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Fuente: MiuraMag