Ingeniería tisular para el tratamiento de grandes quemados

El Autor
María del Carmen López López

Egresada de la Facultad de Medicina de Albacete, ganadora de la quinta edición de ‘Cuéntame tu TFG’

Imagina que, en un instante, tu piel, esa barrera silenciosa que te protege frente al exterior, desaparece. Un incendio, un accidente y, de pronto, el cuerpo queda completamente expuesto, vulnerable. Para las personas con quemaduras graves, cada centímetro de piel que falta supone una urgencia vital.

Imagen generada con ChatGPT.

La piel creada en un laboratorio no es ciencia ficción

Hasta hace poco, la única opción era tomar piel de otra parte del cuerpo o recurrir a donantes; pero cuando el daño es tan extenso que no queda piel sana para trasplantar, ¿qué se hace? ¿esperar un milagro? La ciencia ha decidido no esperar: ha comenzado a crear piel en el laboratorio. Y no es ciencia ficción, constituye una verdadera realidad.

Mi Trabajo de Fin de Grado explora el uso actual de la ingeniería tisular para el tratamiento de grandes quemados. Esta disciplina mezcla biología, medicina e ingeniería para construir tejidos humanos a medida. Suena complejo, y lo es; pero su objetivo es muy simple: salvar vidas devolviendo piel donde ya no queda nada.

Actualmente, existen distintos tipos de sustitutos cutáneos empleados en la clínica habitual. Algunos son como apósitos inteligentes, hechos de materiales sintéticos o biológicos, que cubren la herida mientras cicatriza. Estos han demostrado mejorar la regeneración cutánea y disminuir las secuelas. Otros van más allá: se cultivan células del propio paciente para generar una piel mucho más compatible, lista para ser injertada.

Bioimpresoras

También se está experimentando con bioimpresoras 3D, algunas de ellas “dibujan” piel sobre la herida, capa a capa, como si fuera una obra de arte microscópica; personalizando aún más el tratamiento y abriendo un horizonte prometedor en el manejo de quemaduras críticas. Uno de los avances más innovadores es el uso de células madre. Gracias a ellas, se pueden generar tejidos que imitan con mayor fidelidad la estructura y función de la piel nativa. Estas pueden transformarse en distintos tipos celulares, lo que permite crear injertos con mejor integración y menor riesgo de rechazo. Diversas terapias basadas en células madre ya han sido aplicadas en humanos, mostrando buenos resultados clínicos en curación y reducción cicatricial.

Obstáculos

Dichos avances ya están cambiando el manejo de estos pacientes, pero no todo es tan sencillo como parece. La piel creada en laboratorio aún no es perfecta: muchas veces no tiene folículos, vasos sanguíneos ni glándulas; por lo que no imita completamente la piel humana. Otras veces tarda demasiado en fabricarse; y otras, es simplemente demasiado cara para muchos hospitales o países.

Muchos son los dilemas éticos que nacen de esta revolución científica. No basta con que la tecnología exista: debe ser accesible, segura, ética y justa. ¿Podremos garantizar que todos los pacientes la reciban, o solo unos pocos privilegiados? ¿Ǫué riesgos asumimos al reemplazar zonas del cuerpo con tejidos artificiales?

Retos

Pese a los retos, el futuro es esperanzador. Cada día se investiga para mejorar estas pieles biofabricadas, cómo hacerlas más rápidas de producir o cómo lograr que “engañen” al cuerpo para que las acepte como propias. Y con cada avance, se amplía la posibilidad de que quienes han perdido su piel puedan recuperar algo más que un órgano: su identidad, su dignidad, su historia. Porque detrás de cada innovación hay personas reales: pacientes que han sufrido, familias que esperan, profesionales que buscan soluciones.

Este trabajo recoge los avances más recientes y, al mismo tiempo, lanza una invitación: mirar la medicina como una herramienta para reconstruir no solo cuerpos, sino vidas. En definitiva, la ingeniería tisular está ayudando a tejer una nueva piel para quienes lo han perdido todo. Y con ella, se abre la puerta hacia un nuevo comienzo, donde la ciencia no solo salva, sino que también cuida, reconstruye y acompaña.

  • Mª del Carmen López López
  • Facultad de Medicina de Albacete.
  • Tutores: : Juan Carlos Alvarado Romero y Verónica Fuentes Santamaría.
  • Tema: ingeniería tisular .
  • Premio de 300 euros de la SOCAMPAR.

Hemeroteca