El RCD Mallorca – FC Barcelona en Son Moix no dejó indiferente a nadie. Bajó el sol infernal de Palma se vivieron muchas emociones y algunas pasaron desapercibidas para el público.

En SPORT repasamos los momentos que no se vieron del primer partido de Liga del Barça en Son Moix:

Lamine se picó

Precisamente arrancamos con el autor del último tanto. Lamine estrenaba oficialmente el dorsal ’10’, aunque lo hacía con una camiseta que ya había vestido la temporada pasada.

Lamine empezó imparable. Durante la primera parte, Mojica solo podía perseguir sombras. En una de esas jugadas le tiró un caño al lateral cafetero que incluso provocaron un ‘oh’ de la grada local.

El culé estaba inspirado, le salía todo y Mojica era incapaz de pararlo incluso con ayudas. Pero tras todo el revuelo de la primera parte, Lamine bajó el ritmo (como todo el equipo) y empezó a ser mortal otra vez. De hecho, en los últimos minutos fue el jugador que más intentó marcar el tercero, pero no le salían bien sus disparos.

La grada sabía quien era el mejor jugador del rival y desde la primera pelota que tocó se le pitaba, pero al final del encuentro con incluso más contundencia. En una de esas jugadas, Lamine se encaró con Jan Salas, canterano mallorquinista y los dos terminaron empujándose. Kounde, Toni Lato y Gavi tuvieron que acudir a separarlos.

Algo que Lamine se tomó personal, ya que en la siguiente jugada cogió la pelota hizo su famosa jugada driblando para dentro y la puso en la escuadra. Imposible para Leo Román.

El azulgrana se dirigió hacía la grada tras el gol y con su ya característica celebración hizo el gesto de ponerse una corona. Algo que aumento los pitidos en su contra. Pero cuando el partido parecía finalizado, una bronca con Jan Salas terminó picando a Lamine para marcar el 0-3 definitivo.

Pero hubo una trifulca que sí pudo ir a más. Raphinha realizó una entrada fea por detrás a Mateu Morey, que hasta impresionó al banquillo blaugrana. Se pasó de frenada y le pudieron expulsar. Pero la cosa no acabó ahí. Al descanso y antes de entrar al túnel de vestuarios, los jugadores del Mallorca le recriminaron el golpe: «Eso no se hace. Mateu tiene dos cruzados. Le has podido hacer mucho daño». Los mallorquinistas hacían referencia a dos graves lesiones del jugador, que podía haber quedado tocado con la entrada del brasileño.

Fueron a por él y Koundé intervino hasta que se separaron, pero la cosa pudo ir a más en el túnel. Una de las muchas trifulcas que hubo en el partido.

Las emociones de Son Moix

La grada de Son Moix fue una montaña rusa. Todo arrancó con una gran coreografía de los ‘dimonis’ típicos de las fiestas mallorquinas y un gran mosaico para dar la bienvenida a la nueva temporada donde se leía: «Junts som eterns» (juntos somos eternos en catalán).

El ambiente era de día grande en la isla. A pesar de lo mal que terminó el equipo la temporada pasada y las pocas incorporaciones que ha habido, el mallorquinismo estaba ilusionado. Pero esa ilusión rápidamente se convirtió en enfado tras el gol de Ferran y las dos expulsiones.

Son Moix era una olla a presión y el enfado de la afición local se hizo notar. Muchos estaban enfadados, pero algunos, también estaban tristes. De hecho, una de las imágenes más virales del encuentro fue la de un niño llorando por la derrota de su equipo, algo que provocó que el estadio estallará en aplausos para el joven bermellón.

Un calor insoportable

No hay quien entienda que la Liga permitiese un partido en Mallorca en pleno mes de agosto a las 19.30h. Una burrada que pudo llegar incluso a ser peligrosa tanto para los jugadores como para los aficionados presentes en el estadio.

Durante los minutos previos no se veía a ninguna persona sin al menos una botella de agua o un abanico para poder soportal el calor infernal. Con temperaturas de 36 grados, jugar en esas condiciones era complicado. Si los aficionados lo pasaron mal, ni me imagino los jugadores.

Flick y Lamine ante el Mallorca

Flick y Lamine ante el Mallorca / Joan Mateu Parra

El Mallorca ha intentado cambiar el horario de sus encuentros apelando al sentido común. De hecho, el fin de semana que viene jugarán ante el Celta a las 17:00h. Como no bajen las temperaturas, podrá ser un auténtico horno.

Incluso Jagoba Arrasate se quejó en rueda de prensa y pidió cabeza a la Liga: «Hoy había inspectores de la Liga en el estadio. Espero que hayan visto que a las 19.30h no se puede jugar un encuentro en Mallorca en pleno agosto. Ojalá recapaciten para la semana que viene».

Finalmente, la polémica le robó el protagonismo al calor, aunque el encuentro fue bastante caliente.