La calidad del aire es desfavorable en buena parte de la provincia de Valencia y no hay más que mirar al cielo para comprobar por qué. Muchos se preguntan desde primera hora de la tarde si puede deberse a un nuevo incendio que se haya desatado en el territorio. La respuesta, afortunadamente, es tajante: no (al menos de momento, puesto que el riesgo de fuegos es extremo).

El cielo está turbio debido a la mezcolanza de calima con el humo de los incendios que arrasan media España desde hace días. Tal cual. Así lo ha confirmado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y l’Associació Valenciana de Meteorologia Josep Peinado (Avamet), que indica que el humo llega incluso a Irlanda y afecta a casi toda Francia.

La ‘buena’ noticia es que con tamaña humareda (algunos incluso refieren «olor a quemado») los rayos de sol no pueden penetrar tan fácilmente hasta la superficie y las temperaturas no subirán tanto como estaba previsto.

Cómo llega hasta aquí el humo

Pese a estar distanciados por cientos de kilómetros, el humo que procede de los incendios que asolan el oeste español llega hasta la Comunitat Valenciana debido a la dirección del viento. A 3.000 metros de altitud, sopla del oeste hacia el norte y, de la zona septentrional de la Península Ibérica, desciende hasta el sureste arrastrando consigo la intensa humareda de los fuegos que devoran los montes en Castilla y León, Galicia y Extremadura.

Además, la masa de aire africano que nos está dejando temperaturas récord en casi toda España traía consigo polvo en suspensión (calima), lo que unido al humo de los incendios aún enturbia más el cielo y provoca que la calidad del aire sea mala.

En principio, el humo de los incendios circula en capas medias y altas (no en superficie, pese a que haya quien asegura «oler a quemado»), pero enturbia de una manera extraordinaria el cielo.

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