La pretemporada del Athletic dio este sábado un salto de calidad y exigencia que conllevó la segunda derrota consecutiva de los hombres de Valverde. En … las llanuras neerlandesas, los rojiblancos se encontraron de repente ante la necesidad de escalar un puerto de primera categoría del Tour de Francia. De jugar en Urritxe y Laguardia ante la Ponferradina y el Alavés a hacerlo en un abarrotado Philips Stadion frente al PSV, campeón de la Eredivisie y habitual en las eliminatorias de la Champions. Un reto a estas alturas del calendario que el Athletic intentó afrontar con su mejor cara, un equipo titular y reconocible en su juego. Su impulso y sus buenas intenciones duraron media hora, en la que llegó a ponerse por delante. Pero como reconoció Valverde, estos equipos no perdonan cuando ven un síntoma de debilidad y el PSV vio dos, la fatiga del Athletic por intentar aguantar el pulso con presión y mucho ritmo, y una serie de errores defensivos que se saldaron con una derrota por la mínima en Eindhoven. Un partido con sabor Champions a los que el Athletic quiere adaptarse cuanto antes.
PSV
Kovar, Dest, Flamingo, Yarek, Mauro, Schouten, Saibari, Veerman, Perisic, Plea y Van Bommel. También jugaron Driouech, Til, Sildilla, Bajraktarevic y Obispo.
2
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1
Athletic
Unai Simón, Rincón, Vivian, Paredes, Yuri, Ruiz de Galarreta, Prados, Iñaki Williams, Sancet, Nico Williams y Berenguer. También jugaron Areso, Jauregizar, Guruzeta, Navarro, Adama, Egiluz, Canales, Rego y Serrano.
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Goles
0-1. M.16. Iñaki Williams; 1-1. M.25. Plea. 2-1. M.54. Veerman. -
Árbitro
Allard Lindhout. Amonestó a Rincón. -
Incidencias
Philips Stadion. Unos 30.000 espectadores. Antes del partido se realizó la presentación de la plantilla del PSV y se guardó un minuto de silencio por Willem Maeyer, presidente del club en la década de los noventa.
Después de esos dos amistosos para tomar la temperatura del equipo «para reencontrarnos», como diría Ernesto Valverde, las cosas se pusieron serias en el Philips Stadion. Un rival como el PSV delante que hacía su puesta en escena ante la afición requería de un Athletic de garantías, no uno experimental. Y el once que presentó el técnico podría jugar en cualquier encuentro oficial, más allá de la presencia de Hugo Rincón en el lateral derecho a la espera de que se incorpore Areso -lo hizo en la segunda mitad-. La principal novedad llegó en el ataque, donde Valverde dejó en el banquillo a Guruzeta -Maroan ni viajó a Eindhoven- y apostó por un nueve falso como Berenguer, y un ataque muy móvil con ayudas por parte de Sancet e Iñaki Williams en determinados momentos para desestabilizar a la defensa neerlandesa.
Con un once de garantías el Athletic fue más reconocible y más fiel a su estilo de juego. Desde el inicio se vieron sus señas de identidad, como la presión a la salida de balón rival y un nivel físico muy interesante para tratarse de mitad de pretemporada, donde la carga de trabajo suele pesar en las piernas de los jugadores. Pero el Athletic presionó, intentó dar velocidad a su fútbol y no tuvo problemas para mantener a raya a un PSV que intentaba agradar a su entregada afición pero que nota desde ya la venta de tres jugadores fundamentales en ataque que el pasado año anotaron 40 goles.
Más allá de una parada de Simón en el minuto 9, el Athletic no sufrió y en cambio acertó en una jugada clásica, un caramelo de Berenguer a balón parado desde la derecha que cabeceó Iñaki Williams para anotar el 0-1. Los rojiblancos, que jugaron de azul, tenían desconectado al PSV y enmudecido al Philips Stadion y Berenguer tuvo la posibilidad de anotar el segundo. Pero en el mejor momento al Athletic se le abrieron las costuras defensivas y dio vida al campeón de la Eredivisie, uno de esos equipos que no desaprovechan los regalos. Primero permitió que Saibari rematara al larguero en una clarísima ocasión tras desajuste de la defensa y acto seguido, sin tiempo a reaccionar, Saibari se coló entre los centrales, remató, rechazó Simón y Plea cruzó para empatar.
Malos momentos
La inesperada desconexión del Athletic animó al PSV, que pudo marcar el 2-1 y que insistió en hacer daño a los rojiblancos con salidas de balón buscando la espalda de Vivián y Paredes, y la banda de un Rincón al que el colegiado perdonó la expulsión porque se trataba de un amistoso. Pero dos jugadores como Saibari y Plea se convirtieron en esos minutos en un problema complicado de resolver para la defensa del Athletic. En la recta final del primer tiempo, los de Valverde tomaron un poco de aire e incluso pudieron empatar en la última jugada donde Iñaki Williams desaprovechó el regalo de Yuri.
Que este partido iba en serio se reafirmó en el arranque de la segunda mitad. Nada de dos onces diferentes para repartir minutos. Valverde quería rodar a su once titular -a la espera de jugadores como Jauregizar o Maroan- y solo realizó un cambio, el previsible de quitar a Rincón para dar entrada al debutante Areso. Pero la entrada del equipo al segundo tiempo no fue buena y el lógico bajón físico rojiblanco permitió al PSV, más rodado, hacer mucho daño en los primeros 15 minutos de este periodo.
Los entrenados por Peter Bosz impusieron entonces su mayor intensidad en la pelea y crearon muchos problemas dentro del área tanto a balón parado como a las espaldas de los centrales. El resultado, segundo gol y claras ocasiones para poder distanciar que unas veces por desacierto en el remate y otras por el buen hacer de Simón no llegó. Valverde movió el banquillo en el 63 con cuatro cambios, entre ellos el regreso de Jauregizar con el 18 a la espalda, y para empeorar la tarde, Paredes sufrió un calambre en un remate y tuvo que pedir el cambio.
Con más corazón que cabeza, los rojiblancos lograron hacerse con el control del encuentro en el tramo final, donde el PSV daba por muy bueno el resultado de presentación ante su afición. Robert Navarro estuvo cerca de estrenarse como goleador, pero el Athletic no alcanzó ese empate por el que peleó y suma dos derrotas consecutivas en pretemporada. No es tiempo para preocuparse, porque ayer se vieron detalles que recordaron al equipo del pasado curso, pero el cansancio y los problemas defensivos ante un rival de mucho más nivel que los anteriores fueron fundamentales en la derrota en Eindhoven. Espera el Racing en Muriedas el miércoles, en un partido donde todo apunta a que será el turno de los meritorios.