Xilxes vivía este sábado la última exhibición taurina de su programa de fiestas de Sant Roc, en la playa, y lo hizo con doble susto. Platanero, el toro de Domínguez Camacho exhibido por la tarde, provocó que dos rodaros acabaran en el hospital.
Como relatan testigos de los hechos, ambos incidentes se produjeron con apenas unos minutos de diferencia y en similares circunstancias. Otra coincidencia es que los dos heridos son conocidos aficionados de la Vall d’Uixó.
La primera cogida fue la que revistió menos gravedad, aunque fue muy aparatosa, porque el toro lanzó al aire al joven, que impactó con fuerza en el suelo. Explica el alcalde de la localidad, Ismael Minguet, que se interesó de inmediato por su estado, sufrió una puntada en la zona del glúteo. Según informaciones a las que ha tenido acceso Mediterráneo, fue trasladado al Hospital Mini Fe de Sagunto, donde solo requirió de puntos de sutura, porque la herida era superficial.
Minguet confirma que la segunda cogida se produjo unos quince minutos después. Un conocido rodaor vallero, con amplia experiencia y habitual de los festejos de la provincia, citaba al de Domínguez Camacho como tantas otras veces ha hecho, y en muchas de ellas en espacios bastante más comprometidos que la ancha calle en la que se celebran los festejos taurinos de la playa de Xilxes, pero como suele suceder en gran parte de estos incidentes, tuvo mala suerte.
Un desafortunado resbalón
Una vez salvado el recorte sin mayores inconvenientes, en la carrera para completar su intervención, tuvo la mala fortuna de resbalar en un rebaje de la acera. No cayó al suelo, apenas perdió el equilibrio, pero ese instante fue suficiente para que el toro lo alcanzara y lo embistiera. Lo empujó hasta la acera contraria donde se enfrentó al momento más delicado. Platanero lo alzó al aire y en la caída se golpeó con violencia contra una pared y el suelo.
Los rodaors que en ese momento estaban más cerca no dudaron en lanzarse al quite para distraer al morlaco y salvar a su compañero de un posible ensañamiento. Segarreta, como se conoce en el mundo de los bous al carrer al herido, se levantó por su propio pie y aunque cojeando, se puso a salvo acompañado por otros aficionados. En ningún momento perdió el conocimiento, pese a que se golpeó con fuerza en la cabeza.
Sufrió una cornada, más concretamente una puntada, también en la zona del glúteo, y según fuentes consultadas, tiene un brazo roto. Tras una primera atención en la enfermería de la fiesta, fue trasladado al Hospital de la Plana de Vila-real.
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