Es curioso. Hasta hace un año, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, los dos indiscutibles tiranos del tenis mundial, solo se habían enfrentado en una final. Y en una sin pedigrí, la del ATP 250 de Umag (Croacia) en 2022, cuando el murciano ya había despegado su estrella y al italiano, que ganó aquel día sobre la arcilla, todavía le faltaba algo más de un año para hacerlo.

Es curioso, sí, porque en los últimos 12 meses, tras dos años largos evitándose en la ronda definitiva, sin pretenderlo, los dos primeros del ranking ATP se han citado en cinco partidos con un título en juego. Y eso que, recordemos, Sinner estuvo fuera de circulación durante tres meses, entre febrero y abril, por su sanción a la carta por dopaje. A excepción del Abierto de Australia, en el que Alcaraz cayó ante Djokovic en cuartos de final, el español y el italiano se han jugado el título de todos los torneos en los que han coincidido.

Alcaraz celebra un punto durante su victoria contra Zverev en las semifinales de Cincinnati.

Alcaraz celebra un punto durante su victoria contra Zverev en las semifinales de Cincinnati. / Europa Press

El Masters 1000 de Cincinnati, este lunes, a partir de las 21.00 horas, acoge el quinto capítulo de los últimos 12 meses, cuarto de un 2025 en el que el antagonismo entre los dos herederos del ‘Big Three’ ha tomado forma y relato por fin, el definitivo advenimiento de la profecía sobre la próxima gran rivalidad del tenis.

Pekín, Roma, París y Londres

El ATP 500 de Pekín, en octubre del año pasado, fue la primera estación de esta racha, que continuó con el Masters 1000 de Roma, Roland Garros y Wimbledon. Para el murciano fue la victoria en las tres primeras finales, para el italiano la última y más reciente, en el All England Club de Londres.

Tengo muchas ganas de volver a jugar contra él. Gracias a Sinner saco siempre mi mejor tenis en la pista

Carlos Alcaraz

— Tenista

«Tengo muchas ganas de volver a jugar contra él. Gracias a Sinner saco siempre mi mejor tenis en la pista. Creo que para la gente también es genial ver nuestros partidos», decía Alcaraz la noche del sábado, tras ganar en la semifinal a un Sascha Zverev muy mermado físicamente en la segunda y definitiva manga (6-4 y 6-3 en 1h.45).

Antes, Sinner había derrotado al sorprendente Térence Atmane, el 136º del ranking que llegó a semifinales desde la ‘qualy’, por 7-6 y 6-2 en 1h.26. El italiano alcanza esta final con solo tres derrotas en toda la temporada, dos de ellas contra su némesis murciana, y sin haber cedido un solo set en el torneo.

Sinner se abraza con Atmane tras su partido de semifinales en Cincinnati.

Sinner se abraza con Atmane tras su partido de semifinales en Cincinnati. / MARK LYONS / EFE

Preludio del Abierto de EEUU

Sirve la final de Ohio como anticipo de lo que puede ocurrir dentro de unos días en el último Grand Slam del año, el Abierto de EEUU. Y confirma, en cierto modo, que Alcaraz ha superado el rubicón mental que le nublaba el tenis y el espíritu en la segunda mitad de las temporadas, periodo en el que solo ha ganado dos títulos de los 21 que figuran en su ya impactante palmarés.

«Estoy listo para asumir el reto, para ver qué cosas hice mal en Wimbledon e intentar mejorar en ese aspecto en esta final», promete Alcaraz apelando a la última cita entre ambos, hace apenas un mes, en la que Sinner practicó un tenis casi perfecto, castigando los errores al saque de su oponente aquel día. Este lunes, el español aspira a que el relato sea distinto.

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