Aunque nacieron en Miami y acostumbran a pasar sus veranos en Marbella, este año, las hijas gemelas de Julio Iglesias y su mujer Miranda Rijnsburger, Cristina y Victoria Iglesias han cambiado la Costa del Sol por una isla de ensueño en Grecia. A sus 24 años, las jóvenes continúan explorando caminos diferentes: Cristina se ha instalado en Nueva York para abrirse paso en el mundo de la moda, mientras que Victoria ha apostado por Londres, donde estudia Actuación y Producción Cinematográfica. Aun así, ambas continúan compartiendo tanto sus veranos como un estilo muy similar, algo que no ha pasado desapercibido en sus perfiles sociales.

Frente a una audiencia de más de 150 mil seguidores, Cristina ha captado todas las miradas con un posado en bikini compartido en su perfil de Instagram. Con un top de baño en un favorecedor azul eléctrico y envuelta en una toalla amarilla, la hija de Julio Iglesias se mostró relajada en la arena, junto al mar y con el pelo aún húmedo tras un día de playa. La instantánea refleja un estilo desenfadado que, a sus 24 años, acerca su discreto perfil a una nueva etapa en la que busca construir su propio nombre en la industria de la moda.

Por su parte, su hermana Victoria también ha dejado constancia de su verano con una fotografía en un entorno idílico, junto a una villa de aire mediterráneo con piscina. Con un top de bikini blanco y un pareo corto en azul claro que resaltaba su figura, la joven aprovechó su publicación para mostrar un resumen gráfico de sus vacaciones juntas: atardeceres anaranjados, calas de aguas claras y un espíritu divertido y del todo estival.

Lo cierto es que, pese a haber crecido entre el lujo y la atención mediática, Cristina y Victoria han aprendido a gestionar la exposición pública. Ellas mismas lo explicaron en 2020 cuando protagonizaron la portada de octubre de Harper’s Bazaar tras regresar a Marbella después de la pandemia: «Cuando éramos pequeñas solo conocíamos lo que era ser famosas, especialmente aquí en España, pensábamos que era normal. Al llegar a la adolescencia empezamos a ver lo que significa llevar una vida pública». Hoy, ambas parecen más decididas que nunca a forjar sus propios caminos, más allá de su apellido.

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