Lunes, 18 de agosto 2025, 23:58
El colesterol es una gran preocupación para multitud de personas en España, que tienen que prestar atención a su alimentación y hábitos de vida para poder mantener su salud en buen estado. En concreto, según datos de la Fundación Española del Corazón, el 50,5% de la población adulta española tiene hipercolesterolemia, una situación que pone en riesgo su sistema cardiovascular.
Tener el colesterol alto no suele presentar síntomas y por ello es necesario acudir a las revisiones médicas para detectarlo mediante una analítica de sangre. Si al realizarte un chequeo tu médico detecta que tus niveles de LDL (colesterol malo) están demasiado elevados, tendrás que poner en marcha una serie de medidas para conseguir regularlo y cuidar las arterias, como dejar de lado el sedentarismo y hacer deporte, además de decir adiós a ciertos productos como bollería, lácteos enteros o ingredientes cargados de azúcares o grasas saturadas.
No obstante, es normal que en verano tendamos a relajarnos un poco de la rutina y eso puede llevar a se más flexibles también en la alimentación. Aunque no pasa nada por darse un capricho puntual, la salud no debe dejarse de lado por mucho que estemos de vacaciones ya que puede acabar pasando factura, y mucho. Ten en cuenta que mantener de forma prolongada unos niveles de colesterol alto puede derivar en complicaciones importantes como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
Además de tender a alimentarnos de forma más relajada durante las vacaciones, también solemos hacer menos deporte durante estas fechas, así como a reducir nuestro movimiento especialmente en olas de calor o días con temperaturas muy elevadas. Por ello, es esencial tener en cuenta algunas pautas que pueden ser útiles a la hora de controlar el colesterol en verano.
Para empezar, es el momento perfecto para comer más ligero y disfrutar de los beneficios de la dieta mediterránea, que es la más recomendada para controlar el colesterol. Platos ligeros y frescos cargados de fruta, verdura y cereales son grandes aliados, especialmente durante los días más calurosos del año.
Otro aspecto clave es moderar el consumo de alcohol, aunque sean vacaciones. Optar por opciones más saludables marcará la diferencia en tu colesterol y hará que la vuelta a la rutina no se haga demasiado complicada después del verano. Ocurre lo mismo con las bebidas azucaradas, es mejor tratar de beber tés fríos o batidos proteicos que otros productos como zumos o granizados llenos de azúcares.
Y aunque las vacaciones sea una época de relax y es bueno desconectar, nunca está de más hacer algo de deporte, ya sea aprovechando con una ruta de senderismo o caminando para hacer turismo.
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