José Miguel Arruego

Lunes, 18 de agosto 2025, 20:09

La Feria de Begoña 2025 quedará marcada para siempre como la feria de Juan Ortega, o el abono en el que el torero sevillano entró para siempre en el corazón de los aficionados asturianos.

Su tarde del pasado 16 de agosto en El Bibio es sin duda una de las más importantes de su temporada, y sus faenas a los toros de Cuvillo ocuparán seguro un lugar preeminente cuando el curso toque a su fin.

El triunfo de Ortega, la tarde de Aguado, que se hizo con la oreja de más peso del abono, incluso la agridulce presentación de un Clemente que pasó de la gloria del éxito al calvario de los tres avisos en cuestión de minutos, no son casualidad. El Bibio inspira a los toreros artistas. Por el halo que lo envuelve, por la sensibilidad especial para paladear el toreo que tienen los aficionados de esta tierra, y sobre todo, por el material del que disponen en este ruedo para poder expresarse.

El toro que se lidia en Gijón no es el más serio, ni el de más cuajo. Tampoco el de mayor trapío. Ni falta que hace. Es, eso sí, el toro más guapo de cuantos se lidian en las ferias. Sin duda. Porque no hay un ciclo taurino en España y Francia que presente un toro tan en el tipo de su encaste, de manos tan cortas y sienes tan reunidas, como el que arriba cada mes de agosto a los corrales de la calle Ezcurdia. Sea del encaste que sea. Dicho de otro modo, al toro de El Bibio, por su fisionomía y aspecto, no le queda más remedio que embestir. Por eso los diestros de toda clase y condición potencian su creatividad en este escenario y se ‘pelean’ por formar parte de unos carteles cada vez más selectivos. Además de estos toreros de alta calidad interpretativa ya mencionados, también dejaron su sello en Gijón el joven Tomás Rufo, que hasta ahora hace pleno en esta plaza (dos paseíllos, dos Puertas Grandes) y un veterano como Talavante, que con su triunfo del último día reivindicó a una generación que ve cómo, después de veinte años soportando el peso de las ferias, empiezan a postularse sucesores.

Fortes, que ocupó con dignidad el puesto del convaleciente Morante –la gran ausencia del serial– y Manzanares, a quien, atraviese el momento profesional que atraviese, El Bibio le sienta de maravilla, también puntuaron en la última edición del ciclo. Entre los que se fueron de vacío, un nombre propio: el del peruano Andrés Roca Rey, uno de los principales reclamos de la programación, que llenó la plaza y, sin toros aptos, estuvo mucho mejor de lo que algunos nos quisieron hacer ver. Cosas de quien ostenta el bastón de mando.

No hay que olvidarse de la exhibición de Ventura la tarde del festejo de rejones, ni de la actuación de un João Telles que busca disfrutar en España de la consideración que tiene en su país. Entre los novilleros se destapó el también portugués Tomás Bastos y dejó muy alto el pabellón el maño Aarón Palacio, dos toreros que, seguramente, volvamos a ver por aquí dentro de unos años, ya como matadores.

En cuanto a los toros, sería prolijo hacer un lista de todos los que embistieron, porque a decir verdad, saltaron animales importantes (en plural, porque fueron más de uno, y de dos) todos los días. Gustaron varios novillos de La Cercada, una ganadería de simiente superior, cuyos productos pronto serán lidiados por las figuras. Bravos y con clase los ‘murubes’ portugueses de Ribeiro Telles la tarde de toreo a caballo y de calidad excelsa varios ‘santacolomas’ de La Quinta, corrida preciosa, prototípica de su encaste, muy pareja, e ideal para el torero.

Tampoco decepcionaron los toros de las figuras. Del lote de Núñez del Cuvillo, únicamente hubo un ejemplar que no sirvió, el sexto, mientras que del envío de Lorenzo Fraile, con los dos encastes de la casa, Puerto de San Lorenzo y La Ventana, sobresalió un astado de cada hierro. De la treintena de animales lidiados en los últimos cinco días solo uno se premió con la vuelta al ruedo en el arrastre, ‘Dengosillo’, de La Ventana del Puerto, el día de la clausura, pero fueron varios los que ameritaron este galardón en un ciclo redondo, por brillante y exitoso, al que, de verdad de verdad, solo le faltó la ‘guinda’ de Morante en un año tan relevante en su trayectoria. Será, seguro, el año próximo.

Comenta

Reporta un error

Límite de sesiones alcanzadas

El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.

Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentar

Sesión cerrada

Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.

Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¿Tienes una suscripción?