En plena gira The Lifetimes Tour, Katy Perry volvió a despertar titulares por un inoportuno contratiempo escénico.

El pasado 18 de julio, durante su concierto en el Chase Center de San Francisco, la superestrella se vio colgada de un gigantesco artilugio con forma de mariposa metálica mientras interpretaba su éxito “Roar”, cuando el mecanismo de suspensión experimentó un fallo técnico, haciendo que la estructura descendiera bruscamente entre el público.

La artista, sorprendida, según se puede apreciar en el video, se aferró al aparato y suspendió la canción brevemente antes de retomar su actuación con los ánimos en alto, recoge Good Morning América.

Las cámaras captaron cómo la mariposa se inclinó violentamente, lo que hizo que Perry se deslizara y, según reportes, perdiera aproximadamente una parte de la estrofa antes de recomponerse y continuar sin lesiones, señala CBS News.

Este incidente no es aislado. En junio, durante un concierto en Australia, otra estructura escénica—una esfera metálica—se tambaleó repentinamente, obligando nuevamente a Katy a aferrarse para no caer, según señala People.

Lo interesante es que se trata de aparatos en los que la cantante ha efectuado sus acrobacias una y otra vez.

La cantante, de 40 años, reaccionó con humor tras el susto: subió en sus Instagram Stories una foto borrosa de su rostro alarmado junto al mensaje “Good Night San Fran”, y luego publicó otras donde aseguraba que «nadie se divirtió más que ella en el concierto».

Si recordamos la ocasión en que Perry debió improvisar usando cinta adhesiva para sujetar una parte del vestuario que empezó a soltarse, se evidencia una doble trayectoria de percances relacionados tanto con la escenografía aérea como con el atuendo.

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La exclusividad no es de ella. El cúmulo de desventuras viene siempre acompañado de incidentes en otras estrellas: Beyoncé vivió una experiencia similar en su gira Cowboy Carter, cuando una Cadillac colgante se inclinó peligrosamente en Houston; así que, en este caso, Perry solo sumó su nombre a la lista de artistas que desafían la gravedad con escenarios espectaculares, a la vez que alzan voces de alarma sobre los peligros que conllevan.

Un fenómeno del que no escapan las cubanas, a juzgar con lo sucedido el pasado fin de semana con la cubana Laura Pérez.

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Pese a todo, Katy Perry supo convertir cada percance en muestra de profesionalismo. Tras estabilizarse sobre la mariposa defectuosa, concluyó la actuación bajo una ovación, incluso bromeando: “Not today, Satan”.

Con más de 50 conciertos previstos —incluyendo fechas en Madrid y Barcelona— la gira de Perry sigue adelante, desafiando a la tecnología, la logística… y los imprevistos que significan un riesgo para la estrella… y un espectáculo para el público.