Los residentes de Colorado y zonas cercanas han comenzado a notar un creciente número de conejos salvajes con inusuales deformidades en la cabeza y el rostro, lo que ha generado inquietud entre la comunidad, que ha rebautizado a estos animales con motes como «conejitos de Frankenstein», «conejos demonios» y «conejos zombis».
Las imágenes de estos animales, que presentan crecimientos negros parecidos a púas, astas o tentáculos, comenzaron a circular en 2024, cuando un habitante de Fort Collins compartió en redes sociales la foto de un conejo con extrañas protuberancias sobresaliendo de su hocico, definidas por otros residentes en 9News como formas similares a «plumas negras», «cuernos» o «palillos».
Lejos de tratarse de una leyenda o mutación aislada, la explicación médica apunta a una infección vírica relativamente común: el virus del papiloma del conejo de cola de algodón (CRPV, por sus siglas en inglés), conocido también como virus del papiloma de Shope, en referencia a Richard E. Shope, el profesor de la Universidad de Rockefeller que lo descubrió en 1930.
Desarrollo de tumores
Este virus se transmite principalmente a través de picaduras de mosquitos y garrapatas, con lo que suele ocurrir en verano y afectar especialmente a los animales que están al aire libre. Al infectar al conejo, alteran su ADN y causan el desarrollo de tumores, que comienzan como bultos rojizos en la piel y evolucionan en masas oscuras y córneas.
En la mayoría de los casos de los consejos silvestres, la enfermedad se cura por sí sola sin ningún tratamiento, al cabo de seis meses, aunque, en casos graves, los tumores pueden impedir que el animal vea, escuche o se alimente, provocándoles la muerte por inanición.
«Estos crecimientos no tienen efectos significativos en los conejos silvestres, a menos que interfieran con su alimentación y bebida. La mayoría de los conejos de cola de algodón infectados pueden sobrevivir a la infección viral, tras lo cual los crecimientos desaparecen. Por esta razón, CPW no recomienda la eutanasia de conejos con papilomas, a menos que interfieran con su capacidad para comer y beber», explican desde Colorado Parks and Wildlife (CPW).
En cambio, en los conejos domésticos, la enfermedad es «más grave», pudiendo traducirse en un desarrollo de carcinomas en la piel, que es un tipo de cáncer frecuentemente letal. Por ello, las autoridades, las autoridades de Colorado Parks and Wildlife recomiendan proteger a las mascotas, espcialmente si son estos animales, de insectos vectores.
Asimismo, aunque no se han documentado infecciones en humanos, también aconsejan que evitemos cualquier contacto directo con estos animales infectados.