Los besos han acompañado a las personas desde su llegada al mundo. Es uno de los primeros gestos de afecto que recibimos y, con el paso del tiempo, se convierte en una parte esencial de nuestras relaciones personales. Cuando ya eres adulto, especialmente dentro de una relación de pareja, este gesto puede repetirse varias veces al día en los labios, en la cara o en otras zonas del cuerpo.
Aurelio Rojas, cardiólogo reconocido por sus consejos en redes sociales, ha compartido los resultados de un estudio científico que relaciona esta muestra de cariño con beneficios para el cuerpo
El enfoque del experto
«Un estudio de 2009 reportó que las parejas que se besan con más frecuencia tienen menos estrés, sus relaciones son mucho más satisfactorias y, casualmente, y curiosamente, sus niveles de colesterol eran menores«, detalla el médico.
Además, según explica el doctor, no solo tiene un componente emocional, sino que también provoca reacciones físicas que afectan a distintos sistemas del cuerpo: «Besarte con frecuencia puede ayudar a disminuir tus dolores de cabeza, los dolores menstruales e incluso ayudar a regular tu presión arterial«.
A su vez, insiste que el beso aporta otros beneficios para tu organismo. «Activamos entre dos y 34 músculos faciales. Así que besarte con frecuencia puede ser como un auténtico entrenamiento para tu cara y tu cuello», reafirma Rojas.
Un simple beso tiene más poder del que parece
Las palabras del cardiólogo reabren el debate sobre cómo pequeños actos cotidianos pueden influir de forma notable en nuestra calidad de vida a través de leves mejoras: «Potencia enormemente la producción de colágeno, lo que contribuye a una piel más firme y joven«, sentencia Rojas.