Semanas después, a mediados de julio, ambos comenzaron a seguirse en redes sociales. Hace cinco días, Nicks publicó un post con la frase: “And if you go forward…” (y si sigues adelante). Y Buckingham la completó: “I’ll meet you there” (allí te encontraré). El verso pertenece a la canción Frozen Love (1973), símbolo de su origen como pareja musical y sentimental. Por si fuera poco, Mick Fleetwood ha entrado también en el juego alimentando las especulaciones al publicar un vídeo escuchando ese mismo tema. Fuera del universo digital, un cartel gigante en Sunset Boulevard mostraba la portada de Buckingham Nicks junto a la fecha 19 de septiembre. ¿Una reedición? ¿Una gira? ¿Una reconciliación simbólica? Todo apunta a ser una magistral estrategia de marketing. En cualquier caso, ojalá todas fueran así de adictivas, pasionales y musicalmente geniales.
Amor a primera vista, y nunca última
“Lindsey fue el amor musical de mi vida”, confesó Nicks en 2020: “Lo amé con una intensidad que no he podido sentir nunca más”. Buckingham respondió a la declaración en una entrevista para Mojo Magazine: “Stevie era un huracán. Me atrapó. A veces me destruyó. Pero no cambiaría nada”.
Se conocieron en el instituto de Menlo-Atherton (California), a finales de los años 60. Él tocaba la guitarra en una reunión escolar. Ella, impresionada, improvisó una armonía vocal. Y ya no pudieron separarse más. Juntos fundaron la banda Fritz, consiguiendo telonear a iconos como Jimi Hendrix y Janis Joplin. En 1972, dejaron la banda y se mudaron a Los Ángeles con apenas dinero para sobrevivir. Nicks trabajó como camarera y limpiadora, mientras Buckingham perfeccionaba sus composiciones. Fue un periodo muy duro, pero muy prolífico desde un punto de vista creativo, que dio lugar al álbum Buckingham Nicks (1973). “Éramos pobres, pero teníamos hambre de éxito, y creíamos en nuestra música”, dijo Stevie en una entrevista de 2001. El disco fracasó comercialmente, pero llamó la atención del baterista Mick Fleetwood, quien los invitó a unirse a Fleetwood Mac, en 1975. La condición fue rotunda: juntos o nada.
Fleetwood Mac: John McVie, Christine McVie, Mick Fleetwood, Stevie Nicks y Lindsey Buckingham.
CBS Photo Archive/Getty Images
Peleas musicales épicas
El álbum homónimo de Fleetwood Mac (1975) fue un éxito inmediato, pero el segundo disco Rumours (1977) se convirtió en histórico. Se grabó mientras Nicks y Buckingham rompían sentimentalmente y cada acorde es un bomba emocional. “Landslide fue mi carta de amor a lo que habíamos perdido”, confesó Nicks. Por su parte, Buckingham canalizó su frustración en Go Your Own Way, una canción con una línea que a Stevie le reventó: “Packing up, shacking up” (Haciendo las maletas y acostándote con otro). “Esa frase fue como una puñalada”, reconoció. Cada track parecía un mensaje cifrado entre ellos, una discusión amorosa convertida en arte. “Fue como ver a una pareja discutir con instrumentos”, lo definió Christine McVie (teclado).
“Cuando estamos en el escenario, todavía podemos encontrar esa historia de amor”
Stevie Nicks
A lo largo de los años, entre Nicks y Buckingham se han producido colaboraciones creativas impresionantes y peleas épicas. “Cuando Lindsey me miraba, veía a alguien que ya no podía controlar. Y eso lo volvía loco”, declaró Nicks en una entrevista con Rolling Stone; él argumentaba que ella se había dejado seducir por el estrellato. Durante las sesiones del álbum Tusk (1979), una discusión sobre una pista terminó con Buckingham arrojando una guitarra contra una pared. “Era una olla a presión constante”, ha explicado John McVie (bajista). Pero en la gira de reunión de 1997, se cogieron de la mano al interpretar Landslide. “En ese momento, estábamos recordando lo bueno que alguna vez tuvimos”, diría Stevie años después.