La nueva guía americana de práctica clínica de hipertensión arterial (HTA) utiliza la calculadora Prevent para estimar el riesgo cardiovascular y decidir el inicio de tratamiento farmacológico. Esta ha sido una de las novedades destacadas por Luis Rodríguez Padial, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), para EL MÉDICO INTERACTIVO. La Guía para la prevención, detección, evaluación y manejo de la hipertensión arterial en adultos ha sido elaborada por el Colegio Americano de Cardiología (ACC), la American Heart Association (AHA) y otras 11 sociedades, y se ha presentado hace escasos días.
Guía americana 2025 de HTA
Según Rodríguez Padial, la guía otorga una mayor relevancia a “causas secundarias de hipertensión, como el hiperaldosteronismo primario. Así, recomienda su búsqueda en pacientes con hipertensión resistente”.
Igualmente, incluye “nuevos enfoques de tratamiento, como el posible uso de medicamentos GLP-1 en pacientes con obesidad e hipertensión”, como ha destacado el presidente de la SEC.
Hipertensión durante el embarazo
Respecto al manejo de la hipertensión durante el embarazo, la guía recomienda tratar a partir de 140/90 mmHg. También indica la prueba de albúmina/creatinina en orina como análisis obligatorio en la evaluación inicial de todo paciente hipertenso. En definitiva, como ha apuntado Luis Rodríguez Padial, “la guía subraya la necesidad de realizar un control más personalizado. También defiende medir bien la presión arterial (incluyendo el desarrollo de dispositivos portátiles más fiables) y considerar factores sociales y genéticos que influyen en la enfermedad”.
El nuevo documento ‘define mejor el riesgo al tener en cuenta no solo el corazón, sino también el daño renal y metabólico”, gracias a la escala Prevent. “Habrá que esperar a ver si se consigue un mejor control de la HTA con estudios futuros”, ha señalado el presidente de la SEC.
Umbral diagnóstico
La nueva guía de la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC), publicada en 2025, confirma un umbral diagnóstico más bajo (≥130/80 mmHg). Dicho criterio ya marcaba la diferencia con Europa desde 2017 y vuelve a distanciar la estrategia estadounidense de las recomendaciones europeas más conservadoras (≥140/90 mmHg). Esta decisión se respalda en datos poblacionales y en ensayos como SPRINT, que demostraron beneficio clínico al intervenir antes y con mayor intensidad.
Mediciones ambulatorias y domiciliarias
El documento también insiste en la necesidad de realizar mediciones ambulatorias y domiciliarias para reducir el sesgo de la hipertensión de bata blanca o enmascarada, ambas con implicaciones pronósticas de gran relevancia.
En cuanto al tratamiento, las recomendaciones dan prioridad a la combinación de fármacos en una sola píldora desde etapas tempranas y fijan metas más estrictas:
Hipertensión resistente
El texto dedica apartados específicos a situaciones especiales como el embarazo, la hipertensión resistente o las emergencias hipertensivas, e introduce el uso de biomarcadores para mejorar la predicción de complicaciones en preeclampsia.