El aragonés Sergio Samitier (Cofidis) llega a la salida de la 80ª Vuelta a España con ilusión porque «pasa por casa, por mi pueblo», por sitios como Cerler o su Barbastro natal que «conozco muy bien».

Samitier afirma en declaraciones a EFE que tiene ganas de hacer algo importante en el que será su primer doblete en una grande en un mismo año y afirma convencido que está «bien».

«La tenía puesta desde principio de temporada, pero nunca había tenido tantos días de competición. Llego con 62 días de carreras y casi 10.000 kilómetros en competición. Eso es demasiado», explica.

El barbastrense recuerda que después del Giro hizo la Vuelta a Suiza, los campeonatos de España, todo el calendario de carreras nacionales para acabar en el Tour de l’Ain en Francia antes de afrontar la Vuelta, pero espera que no le «pesen las piernas». «En carrera se verá», afirma.

Sobre la preparación que ha seguido, reconoce que es diferente la preparación para correr el Giro porque «hay que hacer muchas machacadas en los entrenamientos para llegar bien porque es al principio, y ahora lo que hay que hacer es mantener la forma».

El objetivo tanto personal como del equipo Cofidis, en el que completa su primera temporada, será «pelear» y meterse en las fugas, porque a la Vuelta no vienen con un hombre para la clasificación general y por eso intentarán buscar el protagonismo desde ellas.

«Creo que sin (Tadej) Pogacar, la carrera estará más liberada y habrá que intentar meterse en las fugas. A mí, me gustaría que hubiera más dureza en la salida de las etapas porque hay muchas etapas monopuerto y me cuesta más», comenta.

Por todo ello, anticipa que será muy importante «ser listo para coger la fuga y poder pelear por una etapa».

Lo que tiene claro es que las etapas que más peligro serán las cuatro primeras en Italia donde deja clara su opción: «Habrá que tomar los riesgos justos, dejar que pasen los días y a partir de ahí ir marcando etapas».

A Samitier le ‘hace tilín’ la etapa que acabará en Ampríu-Cerler, en el Pirineo aragonés y uno de sus lugares más habituales de entrenamiento, no en vano es la gran ascensión más cercana a su lugar de residencia.

«Es la que me pondría como objetivo, pero sé que será muy difícil, porque es el primer final serio en un gran puerto y lo previsible es que estén delante los líderes que van a pelear por la Vuelta. Es una putada. De todas formas intentaré meterme en la fuga pero sabiendo que lo más seguro es que no llegue», comenta.

Con cuatro grandes en sus piernas, tres Giros y la Vuelta de su debut en 2019, y aunque en el Tour todavía no ha tenido la oportunidad de correr, considera que la carrera española «va a dar más juego que el Tour».

A priori el hombre más temible es el danés Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike), pero también ve otros con posibilidades como los UAE Emirates el portugués Joao Almeida y el español Juan Ayuso; el alavés Mikel Landa, en Soudal-Quick a ver cómo se ha recuperado de la caída que le sacó del Giro a las primeras de cambio; o los italianos Giullio Pellizzari (Red Bull-Bora), tras su sexto puesto en el pasado Giro, y Giulio Ciccone (Lidl-Trek).

«También está Mads Pedersen (Lidl-Trek) que puede reventar la carrera en cualquier momento. Tengo curiosidad por ver lo que puede pasar. Habrá que ver, porque siempre hay alguna sorpresa», analiza.

En tono regional, Samitier sonríe cuando se le recuerda que este año en la Vuelta habrá cuatro aragoneses. «Cuatro de Huesca», puntualiza y añade en broma: «A ver si nos ponemos de acuerdo los cuatro y hacemos una escapada juntos».

De lo que está convencido es que todos ellos, Jorge Arcas y Pablo Castrillo (Movistar) y Fernando Barceló (Caja Rural-Seguros RGA) están capacitados para «ganar en cualquier momento, aunque luego cada uno tiene su rol dentro del equipo. Pablo en el Tour estaba a tope».

Sami, sin dejar el tono de broma, anticipa que el día que puede buscar el protagonismo es en la etapa Monzón-Zaragoza que pasa por la puerta de su casa. «A ver si me voy a escapar de salida y me paro a tomar un café en Barbastro».