Pablo Urdangarín afronta con ilusión y compromiso su segunda temporada como jugador del Fraikin BM Granollers. A sus 24 años, el sobrino del Rey Felipe VI se ha ganado un lugar destacado en el equipo, en el que cada vez tiene mayor protagonismo. Este martes, fue determinante en la ajustada victoria de su equipo frente al club francés Chebourg, con un marcador final de 35-34.

El encuentro, correspondiente al prestigioso Trofeo Internacional Ciudad de Granollers, fue especialmente exigente. Sin embargo, la energía, el liderazgo y los goles de Pablo fueron fundamentales para conseguir el primer título del curso. Su actuación refuerza su proyección como uno de los jóvenes talentos más prometedores de la Liga Asobal.

Aunque es habitual ver a sus padres apoyar sus compromisos deportivos siempre que la agenda lo permite, en esta ocasión ni la Infanta Cristina ni Iñaki Urdangarín estuvieron presentes en las gradas.


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Quien sí acudió al encuentro fue Johanna Zott, pareja de Pablo desde hace dos años. La joven, que acostumbra a seguir de cerca los partidos de su novio, llegó algo más tarde debido a compromisos previos, pero se dejó ver animando con entusiasmo desde la grada.

El beso

Tras el pitido final, y con el Trofeo Ciudad de Granollers ya en manos del equipo, Pablo se dirigió hacia Johanna para compartir un emotivo momento. Se fundió en un romántico y tierno beso con su pareja, quien le felicitó con una sonrisa que dejaba entrever la felicidad del momento.

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Los gestos de complicidad y cariño entre ambos se repitieron antes de abandonar el pabellón. La pareja optó por salir por separado, y Pablo, al volante de su coche, saludó amablemente a los medios presentes con una sonrisa, sin hacer declaraciones sobre su verano ni sobre otros asuntos de actualidad que rodean a su familia.