Madrid
Javier Madrigal, ingeniero de montes e investigador del Instituto de Ciencias Forestales del CSIC, lleva 25 años estudiando cómo reducir los daños del fuego en el monte. En plena ola de incendios que ha arrasado ya cerca de 400.000 hectáreas en España, ha pasado por Hora 25 para lanzar un mensaje claro: «Esto no es nuevo. Es el resultado de 50 o 60 años de abandono forestal y rural».
Madrigal advierte que los incendios de sexta generación, más intensos, rápidos e impredecibles, han llegado para quedarse. «Incluso en el mejor de los escenarios, en el que decidamos cambiar nuestra forma de ver el monte, ese cambio estructural llevará tiempo. Mientras tanto, tendremos que aprender a convivir con el fuego», explica.
Zonas estratégicas y pagos por servicios ambientales
A corto plazo, el investigador propone actuar en lo que denomina «zonas estratégicas de gestión»: áreas concretas donde reducir la vegetación más inflamable como matorrales, combustibles finos y secos, para facilitar la labor de extinción y proteger infraestructuras y núcleos urbanos. «Es como ampliar la red de cortafuegos, pero con base científica», resume.
También defiende que quienes trabajan en el campo reciban una compensación económica por el beneficio ambiental que generan. «Hasta ahora, estas tareas recaen en propietarios privados. Pero están haciendo un trabajo que beneficia a toda la sociedad. Necesitamos un sistema de pagos por servicios ambientales», reclama.
Sin soluciones mágicas, pero con ciencia
Frente a quienes esperan una solución tecnológica milagrosa, Madrigal es tajante: «No hay ninguna sustancia mágica que apague incendios de sexta generación. Lo más eficaz sigue siendo reducir la disponibilidad de combustible y mantener el entorno rural activo».
Restaurar el monte: esperar y observar
Sobre la restauración de las zonas quemadas, el investigador recuerda que la vegetación mediterránea está mejor adaptada al fuego que las personas. «Lo primero es evaluar la severidad del daño, sobre todo en el suelo, que es lo más vulnerable. Luego, esperar», comenta y añade, «la restauración pasiva suele ser la más eficaz. Solo si vemos que ciertas especies no se regeneran, actuamos».
Madrigal concluye con una llamada a la conciencia colectiva: «En otros países conviven con terremotos o inundaciones. Aquí, el fuego será uno de esos fenómenos con los que tendremos que aprender a vivir».
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Javier Madrigal, ingeniero de montes e investigador del Instituto de Ciencias Forestales del CSIC
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