Por fin buenas noticias tras una semana de guerra contra los incendios en las provincias de Ourense, León y Zamora. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) reabrió ayer la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Galicia desde las cinco de la tarde ante la «evolución positiva de los incendios» que obligaron a cortarla a su paso por A Gudiña desde el pasado martes 12.

El impacto de los fuegos en A Mezquita, Carballeda de Avia y Beade, Seixalbo, Larouco, Oímbra, Chandrexa de Queixa y Vilariño o Maceda se puede apreciar en la fotografía de la misión Copernicus Sentinel-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) divulgada este miércoles que acompaña estas líneas. En ella se ve las lenguas de fuego y humo en todo el sur de Galicia durante el sábado 16 de agosto, así como el efecto «barrera» que hizo el trazado férreo en la salida de la comunidad.

En esta ocasión el fuego atravesó tanto la línea de Alta Velocidad como la convencional a la altura de la base de mantenimiento de Vilavella. La recta alrededor de la estación de A Gudiña-Porta de Galicia quedó completamente rodeada, pero sin llegar a ser atravesada. El fuego castigó durante varios días esta zona, atravesando de un lado a otro de la infraestructura en aquellos puntos donde había túneles.

Según los datos del Ministerio de Transporte han sido más de 50.000 los viajeros afectados tras la supresión de 101 frecuencias en una de las semanas de mayor tráfico de todo el año. De hecho, la gran mayoría colgaban el cartel de completo con más de 500 pasajeros en cada uno de ellos, lo que sumado a los cierres de la A-52 hizo imposible coordinar un plan alternativo en autobús por carretera.

Viajeros antes de embarcar al primer AVE que salió de Vigo en una semana.

Viajeros antes de embarcar al primer AVE que salió de Vigo en una semana. / Jose Lores

Curiosamente el primer tren en circular no ha sido con los ya famosos Avril. El Alvia 4325 entre la capital y Lugo fue el primero en iniciar el camino hacia Sanabria, a donde no llegan trenes desde hace una semana por el corte desde Zamora. A este lado del Padornelo fue el S-106 estacionado en Urzáiz desde el pasado miércoles el primero en circular, saliendo de la terminal viguesa a las 17.29 horas (con 3 minutos de retraso) tras embarcar a 104 pasajeros: 88 con billete para dicho servicio y otros 16 reubicados desde otras fechas.

La premura en la reapertura de la línea, confirmada a la hora de comer de ayer, hizo que muchos viajeros fueran incluso sin comer para intentar conseguir un asiento, aunque Renfe contaba con un «colchón» de hasta 120 plazas para ello. En los rostros de todos ellos se mezclaba el alivio y el cansancio tras varios días de incertidumbre, ya que muchos de ellos debían hacer transbordo en Madrid para regresar a sus lugares de origen. A la inversa llegaron de Chamartín un AVE —con 90 minutos de retraso al esperar por la reapertura— y un Avlo que garantizan los dos primeros servicios de hoy.

El presidente de Renfe, Álvaro F. Heredia, anunció en redes sociales que habrá servicios especiales para dar cabida a todos los viajeros en tierra. La operadora pública ha explicado que quienes tengan un billete para alguno de los convoyes de esta tarde no tendrá que realizar ninguna gestión adicional.

Un cierre sin precedentes

Se trata de la mayor incidencia en la línea inaugurada en 2021 y uno de los cierres más duraderos de la Alta Velocidad en España. Si bien es cierto que los incendios de la Sierra de la Culebra en Zamora en 2022 ya le afectaron, este corte queda solamente por detrás del de la terrible dana que golpeó Valencia el pasado otoño. En aquella ocasión la línea permaneció cortada del 29 de octubre al 14 de noviembre debido a los daños estructurales causados. Desgraciadamente, la línea convencional por Valdeorras continua cerrada, afectando al Alvia de Barcelona y el regional de Ponferrada.

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