El equipo Williams atraviesa un momento de transición que empieza a ofrecer señales positivas. Tras varias temporadas marcadas por la falta de recursos y la ineficiencia en sus procesos internos, la llegada de James Vowles al frente de la escudería ha supuesto un cambio de rumbo que comienza a materializarse tanto en la pista como en la fábrica.

Las mejoras introducidas en el Gran Premio de Bélgica fueron un soplo de aire fresco para la escudería de Grove. Con un nuevo suelo y pontones actualizados, Alex Albon y Carlos Sainz sumaron 11 puntos que devolvieron la confianza tras varias carreras discretas. Aunque Hungría resultó más complicada, la sensación es que el equipo ha logrado frenar la caída y que vuelve a situarse en la pelea de la zona media.

Un cambio profundo en la fábrica

Más allá de los resultados inmediatos, Vowles subraya que lo realmente importante es la transformación interna que ha experimentado Williams en los últimos 24 meses. El equipo ha dejado atrás métodos obsoletos, como el uso de simples hojas de cálculo para controlar las piezas, y ha adoptado herramientas modernas de gestión y producción. Este salto cualitativo ha permitido que los procesos sean más rápidos, más eficientes y menos costosos, algo clave en la era del tope presupuestario de la Fórmula 1.

“Lo que estamos viendo es cómo conseguimos llevar un producto a la pista en menos tiempo, con menos gasto y sin comprometer la calidad”, explicó el jefe del equipo. Ejemplos como el nuevo alerón delantero presentado en España, que redujo drásticamente los plazos de producción, muestran el camino que quiere seguir Williams.

Lo que pide Alonso a CadillacLo que pide Alonso a CadillacConfirman lo de SchumacherConfirman lo de SchumacherSainz destapa la debacleSainz destapa la debacleSeñales de un futuro más sólido

El propio Vowles admite que aún queda mucho camino por recorrer y que no se trata de una revolución inmediata, sino de pasos firmes hacia un futuro más competitivo. Para él, los indicadores clave no se ven desde fuera, pero son la prueba de que la organización funciona mejor que en los últimos años.

“Ahora tenemos suficientes repuestos, el coche estuvo listo a tiempo y podemos desarrollar varias mejoras durante la temporada. Eso antes era impensable”, señaló.

Con la mirada puesta en el gran cambio normativo de 2026, Williams quiere asegurarse de llegar a esa cita con una estructura robusta y capaz de competir de tú a tú con sus rivales directos. Los progresos recientes son, según Vowles, la confirmación de que el histórico gigante dormido empieza a despertar.