Hablar de Serge Ibaka es hacerlo de un enorme jugador. Con una ética de trabajo que ha sido puesta en valor allá por donde ha pasado, el veterano pívot se encuentra en algo así como en un momento de reflexión, ya que concluyó su contrato con el Real Madrid y, pese a los varios acercamientos de grandes equipos para ficharle –algo a lo que anima el hecho de que sea a coste cero– aún no ha estampado su firma.

A estas alturas es difícil dilucidar su futuro, pero lo que está claro es que su experiencia está muy bien valorada entre los clubes punteros de Europa; tanto es así que hasta cuatro conjuntos que disputarán la próxima edición de la Euroliga han mostrado interés en su contratación.

Mamadi Diakite llega a coste ceroMamadi Diakite llega a coste ceroCambia de opinión con Pablo Laso y firma por tres añosCambia de opinión con Pablo Laso y firma por tres años

Era a finales del mes de julio cuando Matteo Andreani de Basket Inside ponía a Baskonia en la discusión. Los vitorianos estaban interesados en incorporar a un ‘cinco’ sin tener que realizar desembolso alguno –más allá de la ficha y la clásica prima– y veían en el exinternacional por España una gran oportunidad; sin embargo, tal posibilidad se ha enfriado muchísimo, y es que los de la liga ACB acaban de firmar a otro pívot como es Mamadi Diakité.

Ya con los vascos fuera de juego, los tiros apuntaron primero a Paris Basketball y Olympiacos, para en última instancia dar un giro y situarse los focos sobre el Maccabi Tel Aviv, según informa el periodista israelí Moshe Barda, quien sigue diariamente al mencionado equipo.

A sus casi 36 años (los cumple en septiembre) no sorprende que Ibaka siga teniendo tanto mercado. El que fuese campeón de la NBA con los Toronto Raptors ha tenido una irregular temporada 2024-25 con el Real Madrid, pero no por ello ha dejado de hacer buenos números. Así, han sido hasta 20 partidos en la Liga ACB para irse a un promedio de 6,6 puntos, 3,1 rebotes y 1,1 tapones en 13,3 minutos por noche, calcando prácticamente tales guarismos en la Euroliga.

Un seguro para cualquier equipo

Aunque ya no tenga ese baloncesto exuberante de antaño, Ibaka sigue dando muestras de una gran fortaleza bajo los aros –su número de tapones lo deja claro– a la vez que ha ganado enormemente en madurez y toma de decisiones. No será el jugador principal de un equipo de Euroliga, pero sí uno capacitado para asumir galones y dar ese paso al frente en el vestuario cuando más se necesite.