Según se advierte desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), este cambio se debe a factores climáticos y medioambientales, como el aumento de las temperaturas, la prolongación del verano, los inviernos más suaves y las variaciones en los regímenes de precipitaciones. Todas estas condiciones crean un entorno propicio para el desarrollo de los mosquitos y la propagación de los virus.
“Europa está entrando en una nueva fase en la que una transmisión más larga, más extendida y más intensa de enfermedades transmitidas por mosquitos se está convirtiendo en la nueva normalidad. El ECDC está trabajando estrechamente con todos los Estados miembros para proporcionar apoyo a medida y orientaciones de salud pública oportunas para reforzar la respuesta de Europa”, ha señalado Pamela Rendi-Wagner, directora del ECDC.
El mosquito capaz de transmitir el virus chikungunya (Aedes albopictus) ya está presente en 16 países y 369 regiones europeas, frente a las 114 registradas hace una década. Esta expansión, unida al incremento de los viajes internacionales, aumenta la probabilidad de brotes locales. En lo que va de 2025, se han producido 27 brotes de chikungunya en Europa, lo que supone un nuevo récord en el continente. Además, por primera vez, se notificó un caso adquirido localmente en la región francesa de Alsacia, un hecho excepcional en esta latitud que evidencia la expansión hacia el norte del riesgo de transmisión.
Aumento de casos de transmisión local del virus del Nilo Occidental
Mientras, la distribución de los casos de virus del Nilo Occidental en Europa continúa cambiando y, durante la última década, la infección se ha detectado cada año en nuevas zonas. En 2025, se han confirmado por primera vez contagios en las provincias italianas de Latina y Frosinone, así como en el condado rumano de Sălaj. Europa ha registrado el mayor número de casos de VNO en tres años, y el ECDC prevé que sigan aumentando hasta alcanzar un pico estacional en agosto o septiembre.
Según los informes del ECDC, hasta el pasado 13 de agosto, ocho países europeos habían notificado 335 casos de infección en humanos por el VNO de transmisión local y 19 fallecimientos. Italia es el país más afectado, con 274 infecciones confirmadas, seguida de Grecia (35 casos), Serbia (nueve casos), Francia (siete casos), Rumanía (seis casos), Hungría (dos casos), Bulgaria (un caso) y España (un caso).
Las nuevas directrices del ECDC recogen medidas prácticas de vigilancia, prevención y control frente al chikungunya, el dengue y el virus de Zika, con recomendaciones adaptadas a la realidad de cada país, incluidos aquellos con poca experiencia o sin exposición previa a estas amenazas. El documento, dirigido a las autoridades sanitarias, ofrece herramientas listas para evaluar riesgos y aplicar planes de preparación y control ajustados a cada situación. Asimismo, se ha publicado una guía específica sobre el virus del Nilo Occidental.
Medidas de salud pública y de protección personal frente a los mosquitos
“A medida que evolucione el panorama de las enfermedades transmitidas por mosquitos, más personas en Europa estarán en riesgo en el futuro. Esto hace que la prevención sea más importante que nunca, tanto a través de una acción coordinada de salud pública como de medidas de protección personal. Es urgente reforzar y ampliar las intervenciones de control de mosquitos eficaces y respetuosas con el medio ambiente”, ha destacado la Dra. Céline Gossner, jefa de la Sección de Enfermedades de Transmisión Alimentaria, Hídrica, Vectorial y Zoonótica del ECDC.
En este escenario, desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades se anima a quienes residen en las zonas afectadas, así como a los visitantes —en especial ancianos, niños y personas inmunodeprimidas—, a protegerse de las picaduras de mosquitos utilizando repelentes, vistiendo ropa de manga larga y pantalones, sobre todo al amanecer y al atardecer, y colocando mosquiteras en ventanas y camas, además de recurrir al aire acondicionado o ventiladores.
Los profesionales sanitarios, por su parte, deben estar atentos a la circulación de estos virus y garantizar un diagnóstico precoz. Aunque ya se han desarrollado vacunas contra la enfermedad por el virus chikungunya, todavía no existe ninguna de uso humano para la infección por VNO.